La droga iba oculta en una furgoneta que había embarcado en la ciudad. Agentes de la Policía Nacional y de Vigilancia Aduanera han conseguido desarticular una banda de narcotraficantes tras interceptar una furgoneta con estupefaciente que había partido del puerto de Melilla. En el momento de la intervención el vehículo circulaba por el municipio almeriense de El Ejido y transportaba 500 kilos de hachís.
En total han sido arrestados 15 sospechosos de nacionalidad española y marroquí que tenían sus lugar de residencia en Almería y en la localidad murciana de Águilas. Operaban en el litoral mediterráneo y contaban con amplios conocimientos de la costa y de los puertos de Almería y Murcia para introducir el estupefaciente. Los agentes también consiguieron intervenir 2.200 kilos de hachís. Los detenidos introducían la droga a través de proveedores marroquíes en alta mar o transportando el estupefaciente en furgonetas que llegaban al puerto de Almería.
El inicio de las investigaciones se remonta a septiembre del año pasado, cuando los policías detectaron la presencia de un grupo de narcotraficantes que operaba en las provincias de Almería y Murcia. Sin embargo, los arrestos no se llevaron a cabo hasta varios meses más tarde en varias operaciones, entre ellas la de la furgoneta procedente de Melilla.
Meses después del inicio de las investigaciones, los agentes descubrieron que los sospechosos pretendían introducir una importante cantidad de estupefaciente utilizando el puerto de Águilas. El dispositivo policial detectó que dos de los investigados partían de madrugada a bordo de un pesquero. Al regreso de la embarcación siete horas después, los gentes registraron el barco y hallaron en la bodega 35 fardos de hachís y los dos tripulantes fueron detenidos.
Más tarde, en marzo, tras continuar con las investigaciones sobre el resto de los integrantes de la banda, los policías tuvieron conocimiento de que éstos tenían intención de realizar un nuevo transporte de hachís, en esta ocasión a través del puerto de Almería. Ese lugar había sido el elegido para que desembarcara una furgoneta procedente de Melilla. El vehículo llegó a la península y después de recorrer varios kilómetros, por fin fue interceptado en el municipio almeriense de El Ejido. En su interior, camuflados entre colchones y maderas, los agentes hallaron varios paquetes de hachís con un peso aproximado de 500 kilos.
Tras este nuevo revés, los miembros de la banda que todavía no habían sido detenidos aún realizaron, al menos, un nuevo intento de introducir un cargamento por vía marítima. En esta ocasión los narcotraficantes fueron descubiertos por una embarcación de la Armada holandesa que realizaba labores de vigilancia contra la inmigración ilegal. Al ser sorprendidos cargando los fardos de hachís, los sospechosos trataron de deshacerse de la droga tirándola por la borda. No obstante, los efectivos militares holandeses consiguieron recuperar 16 fardos que entregaron a la patrullera de la Agencia Tributaria que participaba en el dispositivo de vigilancia.
Más tarde se pudo interceptar la embarcación y se procedió al arresto de sus tripulantes al mismo tiempo que a otros sospechosos que se encontraban en tierra.