El número de donantes y donaciones de sangre en Melilla ha bajado durante la pandemia. Según las estadísticas del Ingesa, hemos pasado de 1.965 donaciones y 1.214 donantes en 2019, antes del coronavirus, a 1.317 donaciones y 950 donantes al cierre del año pasado.
En dos años se han 'perdido' 648 donaciones de sangre (y 264 donantes) en Melilla y se ha roto la tendencia que situaba este gesto altruista por encima de la barrera de las 1.700 al año.
Así, las estadísticas del Instituto Nacional de Gestión Sanitaria recogen que en 2017 se registraron 1.785 donaciones. Al año siguiente (2018) fueron 1.732. Esta cifra subió en 2019 hasta 1.965 y empezó a decrecer en 2020, cuando cayó a 1.369 y en 2021 volvió a descender hasta 1.361.
Ese cambio de tendencia se nota también en el número de personas que donan sangre que habían pasado de 1.214 en 2017 a 1.426 en 2019. Sin embargo, el confinamiento y el inicio de la pandemia en marzo de 2020, dio un vuelco a estas cifras, que pasaron en 2020 a 996 y en 2021 volvieron a caer hasta 950.
Para poder ser donante de sangre hay que cumplir una serie de requisitos y realizar unos trámites administrativos y médicos previos a la donación.
La donación se puede hacer en el Centro de Transfusión (ubicado en el Centro de Salud de la Zona Centro), de lunes a viernes de 9:00 a 14:00 horas.
Para más información se puede llamar al teléfono 951 320 224, o bien, escribir un mensaje de correo a data-original-string="rajtK6+a3/1V5zrDnY7bJ/c/wf7Yo+lYDu1uwPbHa2Q55YBJ5vUxzEZTbmsALjfr" class="apbct-email-encoder" title="This contact has been encoded by Anti-Spam by CleanTalk. Click to decode. To finish the decoding make sure that JavaScript is enabled in your browser.">ct*********************@in****.es
Con motivo de la celebración del Día Mundial del Donante, la Dirección Territorial del Ingesa en Melilla ha elaborado el vídeo “La donación de Sangre en Melilla”, en el que se explica el proceso de donación en el Centro de Transfusión con la intervención de su director, el doctor Miguel Ángel de las Nieves, y con los testimonios de Ana Rodríguez (receptora de sangre y donante) y de las madres cuyos hijos necesitan transfusiones periódicas de sangre, Irene Montoya y Rachida Salah.