¿Caballo de Troya?

Leemos con una mezcla indignación y espanto las declaraciones de un portavoz de la ONG marroquí AMDH acusando a las autoridades de Melilla de ocultar positivos de coronavirus entre los 200 marroquíes repatriados la semana pasada a Nador. No hay nada como quien señala la paja en el ojo ajeno y no ve la viga en el propio.

A nadie que conozca cómo funciona el sistema sanitario español se le ocurre insinuar algo así. Supongo que en sus cálculos no entra que los positivos, si es verdad que los hay, podían estar incubando la enfermedad y no haber dado señales de contagio en Melilla. Nadie en este mundo está exento de contagiarse. Ni ricos, ni pobres, ni de derechas ni de izquierdas. No se han contagiado por ser marroquíes ni por estar en España.

Tampoco dan detalles desde la Asociación Marroquí de Derechos Humanos sobre qué tipo de pruebas se han hecho a estas personas, si han sido tests de inmunidad o PCR. En fin, que hablan y todo lo que dicen es muy muy poco creíble.

Porque si es verdad que había tres positivos entre los marroquíes repatriados a su país, lo normal es que los 200 pasen 14 días en cuarentena y que les hagan PCR a todos para descartar que España les envió, como al parecer creen, un caballo de Troya que les ha metido en su territorio una megainfección. Vamos que esto huele más que a ‘fake news’, a rumor de barrio. ¿Quién quita que se hayan contagiado en Marruecos?

Por otro lado, no digo que no lo hayan dicho, pero me repatea no haber leído a nadie en Marruecos agradecer a España por dar comida y techo a 200 ciudadanos marroquíes a los que su país abandonó como perros en la calle.

Esas 200 personas que les hemos devuelto han pasado el Ramadán fuera de sus casas y lejos de sus familias porque el Gobierno marroquí les arrebató el derecho al retorno. Ahora, después de darles amparo, nos salen con que en un grupo de 200 personas hay 3 positivos y que, según ellos, ocultamos el dato para evitar entrar en la Fase 2 de la desescalada. En fin, es para hacérselo ver.

Me gustaría destacar que si en Melilla estamos en la Fase 2 es porque algo se ha hecho bien y además hemos tenido una suerte infinita. Somos de las siete autonomías en las que a día de hoy no tenemos ningún nuevo contagio por coronavirus. ¿Cómo es posible que no haya más casos en Melilla y sí en Marruecos? ¿De verdad se puede ocultar algo en esta ciudad?

En Marruecos pueden decir lo que quieran, pero la teoría de que les mandamos los positivos para poder pasar de fase no se sostiene porque nuestra tendencia es la misma que se está registrando en media España. Dudar de Melilla es dudar de nuestro país. Y Rabat no tiene autoridad moral para hacerlo después de cerrar la frontera y dejarnos a su gente de este lado.

Todos los países civilizados han rescatado a sus nacionales sorprendidos por la pandemia en otros países. Lo han hecho España, Italia, Reino Unido, Estados Unidos… Pero Marruecos, lejos de echar una mano a los suyos, ha optado por desentenderse. De hecho, llegó a circular por medios outsiders de nuestro país que el Rey Mohamed VI había ‘huido’ a Canarias durante la pandemia. En fin, que puede ser un bulo, pero ahí está en Kaosenlared o ecsaharui.com. No pongo la mano en el fuego por la veracidad de la noticia, pero tampoco he visto desmentidos. De hecho, una información aparecida en Vanitatis echa leña al fuego y dice que el monarca alauí es asmático y que en su Guardia Real se han registrado varios positivos por la Covid. O sea, la huida a un territorio limpio de contagio no es descabellada.

Volviendo a Nador, mucho me temo que este nuevo ataque a la lealtad de España, acusándonos de esconder positivos de Covid, va encaminada a allanar el terreno para mantener la frontera cerrada, pero doy por hecho que a Marruecos no le quedará otra que recular. Es uno de los países más afectados por el descenso de la entrada de remesas familiares durante el estado de alarma. Las familias se han quedado sin cash.

La parálisis económica de nuestro país lo ha notado sobremanera nuestro vecino. Si mantienen la decisión de no abrir la frontera hasta octubre, puede que tengan que buscar alternativas que calmen la pobreza y el hambre del otro lado de la frontera si no quieren que Nador se convierta en una segunda Alhucemas.

A nosotros, por el contrario, hasta puede que nos haya venido bien acostumbrarnos a la idea de que somos autosuficientes. El cierre de los pasos fronterizos nos ha obligado a hacer las compras de frutas y verduras en Melilla y nuestro comercio local de alimentación lo nota. No se van a forrar, pero esto les ha ayudado a capear el temporal. Porque Marruecos no deja de ser una competencia desleal para nuestras tiendas de barrio y nuestras panaderías. Hoy no queda otra que apostar por lo nuestro, comprar en nuestra ciudad y dejarnos los euros en esta tierra. No está nada mal.

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