Restan menos de 10 días para que conozcamos definitivamente que partido o partidos conformarán el Gobierno de la Ciudad durante la próxima legislatura.
Las elecciones locales en Melilla dejaron un puzle de difícil encaje tras una campaña en la que se trazaron demasiadas líneas rojas.
El Partido Popular resultó la formación más votada pero sin la suficiente fuerza para gobernar en solitario o alcanzando algún tipo de pacto sencillo con Vox. En el otro lado, a CpM y PSOE tampoco les salen las cuentas y, al igual que el PP, necesitará del apoyo de Ciudadanos si quiere gobernar.
La situación del mapa electoral a nivel nacional, muy fragmentado y sin mayorías claras en muchos Ayuntamientos y Comunidades Autónomas, complica también el acercamiento entre las fuerzas políticas de la ciudad. En Madrid, las directivas nacionales ven Melilla como otras de las fichas intercambiables con la que pueden negociar pactos en un sentido o en otro.
Ciudadanos tiene en su mano inclinar la balanza, pero también queda por dilucidar si el PSOE de Gloria Rojas está dispuesto a encabezar un Gobierno regional con menos diputados que su teórico socio, CpM, y estar sujeto a las políticas que le marquen, o si se conformaría con participar en un ejecutivo de coalición asumiendo menos protagonismo y entregando el Gobierno de la Ciudad a Mustafa Aberchán.
El PP mientras, parece a la espera de lo que decidan socialistas y cepemistas, si estos no logran un acuerdo a los populares les serviría haber sido la lista más votada para gobernar, aunque fuera en minoría.
Por el momento, los responsables de negociar estos acuerdos se mueven como actores entre cajas mientras el público espera a que se levante el telón y se presente al elenco del próximo Gobierno de Melilla.