Durante el pasado mes de febrero, el Puerto de Melilla sufrió 244 intrusiones, frente a las 3.122 que hubo en enero del año pasado. Un 92,18 por ciento.
Desde la Autoridad Portuaria, su responsable Miguel Marían, señala que el desplome de las entradas ilegales en la instalación se debe a las mejores en la seguridad del perímetro y especialmente a las instalación de concertinas en lo alto de los muros.
A pesar de que las obras para blindar el Puerto aún no ha finalizado, los datos demuestran que las medidas iniciadas ya están dando frutos.
De esta manera se lanza un claro mensaje a las mafias y a aquellos que quieran violentar la ley introduciendose de manera ilegal en la instalación. Con la bunquerización del Puerto se evita la llegada de inmigrantes ilegales que deambulen por la ciudad en busca de una oportunidad para abordar un barco de camino a la penínsiula. Por el Puerto de Melilla no se va a poder entrar.