El fin de semana pasado los melillenses pudieron viajar al pasado si cruzaban el túnel del Foso del Hornabeque. Ese pequeño tramo de unos metros que conecta el centro de la ciudad con Melilla la Vieja dividía dos épocas distintas: la ciudad de los patinetes eléctricos y smartphones y la ciudad de los floretes, juglares y las justas entre caballeros del siglo XVI. Los dos mundos se mezclaban en El Pueblo.
De esta forma, el Mercado Renacentista, que tenía como protagonista a un emperador Carlos V, se convertía en la primera opción en los planes de muchos melillenses y visitantes de la ciudad de este fin de semana. Una alternativa que se convertía también en un buen plan para disfrutar de las noches de verano en la ciudad.
Santiago es de fuera y se encuentra en la ciudad estos días, cuenta que llegó el jueves y asistió al Mercado Renacentista el viernes cuando se inauguró la edición de este año. “Estuvo muy bien, no pude ver el espectáculo pero había mucho ambiente y mucha gente”, expresa mientras pasea por la Avenida este lunes. Cuenta también que le resulta inevitable pensar en otras ferias medievales que se realizan, como decimos en Melilla, “por la península”; pero le ha encantado este evento.
Mariló, en cambio, vive en la ciudad. Cuenta que aprovechó para ir sobre las 11:00 de la noche “con el fresquito” y para tomarse un mojito en la alcazaba de Melilla la Vieja. “Me ha parecido muy bien, como todos los años, lo que pasa es que siguen sin traer los embutidos de Vic”, declara la melillense, que hace esta reclamación, ya que hace tres años que no traen este puesto culinario.
Lo que queda claro es que lo que triunfan son los puestos de comida. Enrique es otro melillense que cuenta que no suele fallar a esta cita veraniega que prepara desde hace más de una década la Ciudad Autónoma. Pero este año no le ha dado tiempo ir. Para él lo mejor siempre es el buen ambiente que se crea en la alcazaba por la noche y los puestos de alimentación. Revela que siempre compra algo de comer y cree que la ambientación de esta feria renacentista está muy bien conseguida.
Aunque para Lola este año no ha sido suficiente, fue el sábado por la tarde y dice que vio a poca gente. También cree que se han visto menos variedad que otros años. Por otro lado, al igual que Enrique, Lorena se quedó también con las ganas y no ha podido repetir este año: “al siguiente espero que vuelvan”.
Los hosteleros opinan sobre el mercado: “ha sido un fin de semana normalito”
Uno de los grandes atractivos del Mercado Renacentista son sus puestos de comida y de ventas de quesos y embutidos ibéricos. Muchas personas aprovecharon además que el evento se realizaba hasta muy tarde para salir a dar una vuelta estos días y así poder cenar al aire libre por la noche y disfrutando del “fresquito” que el calor no les permite disfrutar en la mañana.
Sin embargo, la realización de esta feria medieval no ha sido positiva para todos. Para los hosteleros ha pasado sin pena ni gloria. Amaruch Hassan, presidente de la Asociación de Hostelería de Melilla cuenta que para el sector este fin de semana “ha sido normalito”.
Aunque llega a señalar que que también “la cosa ha estado más floja” para los hosteleros durante la tarde y la noche ya que la gente subía a Melilla la Vieja para ver el Mercado Renacentista. Allí, claro, aprovechaban todos para probar la comida en los puestos que se instalaron en El Pueblo este fin de semana.
Aunque se notase la afluencia de gente, Amaruch cuenta que a medio día las ventas fueron como se esperaba, e incluso que vieron caras nuevas en sus establecimientos. Reconoce que esta edición del Mercado Renacentista “ha quitado mucho a los hosteleros” durante tardes y noches, ya que ha sido cuando más se ha notado la ausencia de clientela.
Ante la pregunta de si esto sucede todos los años, el presidente delos hosteleros melillenses cuenta que no ha sido así siempre y que el año pasado fue mejor para los establecimientos de hostelería. De hecho cuenta que tanto trabajadores como clientes le han dicho que había más ambiente en bares y restaurantes.
“Lo que pasa es que este, la gente sube arriba y cuando baja ya son las 12:00 horas y los hosteleros ya han cerrado. La verdad es que no hemos notado el cambio, más bien un fin de semana normalito e incluso menos”, ha declarado.
No sabe porqué este año han recibido a menos personas en los bares. Se pregunta si es que este año han bajado los precios en los puestos de comida del mercado, ya que otros años era la principal queja de aquellos que subían al mercado: “Los demás años hubo precios altos, la gente subí ayer y bajaba a cenar temprano, pero este año ya le digo que ha estado flojito”.