Cultura y Tradiciones

Boughaba: “Se ha generado miedo y un poco de presión, pero estoy aquí”

Este lunes se realizó el acto que tenía programado la Consejería de Cultura con motivo de la celebración del Yennayer 2790, el Año Nuevo Amazigh, con la conferencia literaria de los escritores rifeños Zoubida Boughaba Maleem y Mohamed El Morabet tal y como se había planificado desde el primer momento a pesar de la polémica generada en torno a la presencia de la escritora.

“Se ha generado miedo y un poco de presión, pero nada más, no han conseguido otra cosa: estoy aquí, he venido”, decía Boughaba ante los medios de comunicación. Dijo no entender “en absoluto” nada del revuelo que ha sucedido, ya que ella solo había sido invitada a hablar de su libro, una obra en la que hace una recopilación de cuentos de la zona del Rif, de Alhucemas, el lugar de dónde es oriunda, con el fin de rescatar parte de su cultura para dejarla a las nuevas generaciones.

Aseveró que el contexto en el que se celebraba el acto no tiene nada que ver con su condición de feminista y activista, de esta forma dijo que “está de más lo que han dicho” y que lo único que hace en su día a día “es luchar por los derechos de la mujer”.

Ante la pregunta de si tomará acciones legales contra aquellos que han insultado y descalificado a través de redes sociales, la escritora comentó que es algo que pensará pero que probablemente lo lleve a cabo. El domingo decidió no venir, pero finalmente hubo algo que le ha hecho cambiar de opinión: “El amor que he recibido de Melilla, de mi familia, de mis amigos y de mucha gente, eso es muy bonito y me ha dado fuerza”.

Por su parte la consejera de Cultura, Elena Fernández Treviño, dijo sentirse muy contenta por haber mantenido la mesa redonda tal y como estaba configurada desde el inicio antes de la polémica en torno a la presencia de Boughaba en la conferencia. Cree que son necesarios estos espacios “de libertad y de resistencia” en los que puede tener cabida la voz de escritores críticos como ellos “que utilizan el arma de la palabra para volar y ser libres”.

Tras fundirse en un abrazo con la consejera de Cultura, una de las personas que brindó todo su apoyo ante tal polémica, la escritora marroquí se sentó con sus compañeros de mesa, que además de Fernández Treviño, eran El Morabet y Mustafa Akalay Nasser como moderador; y comenzó la ponencia para hablar de la cultura del Rif a través de sus obras literarias.

Cabe destacar la presencia de la Policía Nacional en la entrada e inmediaciones de la Cámara de Comercio para escolar a la escritora y evitar que suceda cualquier incidente indeseado. Además, el salón de actos del edificio, donde se ofrecieron las ponencias acabó abarrotado para poder escuchar a los escritores en su intervención donde hablarían sobre sus vivencias y sobre la cultura bereber. Entre los asientos se pudieron ver rostros muy conocidos de la política, la sociedad y la cultura de la ciudad. Algunos conocían ya a los escritores, otros los descubrieron gracias a esta jornada cultural.

Sobre los espacios para la cultura

La ponencia, aunque tuviera como objetivo hablar de la cultura amazigh, en un comienzo giró en torno a la polémica y a la reivindicación de los espacios para la cultura y que estos sean públicos para su mayor difusión del pensamiento crítico a toda la ciudadanía.

Fernández Treviño en la presentación de la ponencia reivindicó que ahora “se hacen más necesarios que nunca” esos espacios para el pensamiento crítico y la cultura que hace las personas crecer, ser sentir e incluso estar en desacuerdo. “Porque la palabra es un instrumento, la herramienta que utilizamos para el sentir, debatir y para ser, nada más que eso, la palabra, y no podemos prohibir la palabra, la presencia de nadie, todas las voces caben y podemos hablarlas, compartirlas y disentir pero necesitamos estos espacios cada vez más”, expresó la consejera.

Sostuvo que no se entiende la cultura sin libertad, la cultura es democrática y de paz, por eso quisieron hacer una mesa redonda con compañeros que proceden de la cultura amazigh para crear puentes y diálogo con su cultura y su literatura. “Son escritores que conocen el mundo del que hablan porque son de allí, porque lo quieren porque lo sienten y vienen a contarnos esto”, dijo Fernández Treviño.

El Morabet, que aseguró que es escritor gracias a que dio con el libro de Boudhaba sobre los cuentos, expresó que en su libro, ‘Un solar abandonado’, retrata en un momento a cinco hombres en una habitación, un espacio privado. De esta forma denunciaba la carencia de espacios públicos para la cultura, algo que considera necesario para el diálogo y la expansión cultural. “Por favor, que la cultura ocupe el espacio público, público y público, para eso sirve”, manifestó.

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