EL pasado viernes, 4 de febrero, la Explanada Héroes de Melilla de la Base Alfonso XIII fue el escenario, como siempre magnífico, de la toma de posesión del Mando de la Comandancia General de Melilla por parte del General de División del Ejército de Tierra, Excelentísimo Sr. D. Luis Sáez Rocandio.
El General Sáez Rocandio, que viene de ejercer el Mando de la Brigada Paracaidista Almogávares VI, en Paracuellos del Jarama, pertenece a la XLIII Promoción de la Academia General Militar de Zaragoza y accede al Mando de una de las guarniciones más prestigiosas y con uno de los historiales militares más heroicos de las Fuerzas Armadas españolas.
Las Unidades que componen esta Comandancia se encuentran entre las Unidades más condecoradas de nuestras Fuerzas Armadas y acumulan en sus historiales, los hechos de armas más notables de entre las Unidades que configuran nuestro Ejército de Tierra.
Comenzando por la considerada como Unidad más antigua del Ejército de Tierra, la Compañía de Mar de Melilla, heredera de los 40 hombres de mar que al mando de D. Pedro de Estopiñán llegaron a esta tierra un 17 de septiembre de 1497, hasta la Unidad con más condecoraciones del Ejército de Tierra, como es el Grupo de Regulares de Melilla Nº 52, pasando por la Unidad que, con menos de un año de preparación desde su creación, asumiera los cometidos de combate más demandantes de la campaña de Melilla de 1921, tras la caída, prácticamente al completo, de la Comandancia General de Melilla en los hechos de Annual, como lo es el Tercio Gran Capitán, 1º de la Legión, o la Unidad más recientemente condecorada de nuestro Ejército, con una laureada colectiva, como lo fuera en 2011 el Regimiento de Caballería Alcántara nº 10, como consecuencia de los hechos protagonizados en aquella misma campaña en los que asumiera el sacrificio máximo de la práctica totalidad del Regimiento en beneficio del resto de la Comandancia, en las conocidas como las cargas del río Igan.
Completan la Comandancia, aportándole su necesaria capacidad operativa y de combate, Unidades con historiales no menos brillantes como lo son el Regimiento Mixto de Artillería Nº 32, el Regimiento de Ingenieros Nº 8 y la Unidad Logística Nº 24, de la cual forma parte la Compañía de Mar de Melilla, primera citada en este recopilatorio de Unidades de la Comandancia. Para el más eficaz funcionamiento del propio Cuartel General de la Comandancia, en sus aspectos administrativos y operativos, cuenta igualmente la Comandancia con el Batallón de Cuartel General.
Una de las características que hace realmente única a la Comandancia General de Melilla, además del incomparable historial de sus Unidades, es la estrecha relación que mantiene, a lo largo de su historia, con nuestra ciudad, de la que forma parte como un componente indiscutible de la naturaleza e idiosincrasia de la misma.
La historia de la Ciudad de Melilla y la de los soldados de España que en ella han servido a lo largo de la historia se entrelazan de una manera indisociable.
Llega el Comandante General a una ciudad que, a un heroico y brillante pasado, une un esperanzador presente, materializado por la hospitalidad de sus gentes y la lucha por el mantenimiento de su identidad histórica como ciudad española en África que garantice un futuro para sus hijos a fin de que puedan desarrollar en la misma sus respectivos proyectos de vida de la mano de todos sus compatriotas del resto del territorio nacional.
En la lucha por ese futuro, esperanzador para todos, la Comandancia General no permanece en absoluto al margen, pues, al cumplimiento de su misión esencial, cual es la garantía de la seguridad y la defensa de la guarnición, une la condición de ser un referente social de infinidad de actividades que la ciudadanía de Melilla, en unión de sus soldados, considera como inherentes a la propia naturaleza de la ciudad.
Creo que, junto con nuestra ciudad hermana de Ceuta, no existe en toda España, por razones históricas indiscutibles, un caso semejante de hermanamiento intenso entre la sociedad civil de ambas ciudades y los soldados que en las mismas sirven, en muchísimos casos hijos de dichas ciudades.
Melilla se honra en recibir en su seno a un prestigioso soldado, que, junto a su familia, llega a la misma precedido de una distinguida reputación profesional y de un bagaje personal que, con toda seguridad, va a representar para nuestra ciudad un nuevo motivo de orgullo y de integración plena en la misma, como ha sido el caso de sus predecesores en el cargo, entre los que se cuenta su propio padre, el General Sáez Larumbe, que fuera Comandante General de esta plaza entre septiembre de 1981 y mayo de 1983.
Melilla abre sus puertas a un nuevo Comandante General que, sin duda, aportará lo mejor de sí mismo para, en el mejor interés del conjunto de la nación española, mantener vivos y en su caso reforzarlos, los estrechos lazos de hermandad históricamente existentes entre la ciudad y sus soldados. Es por todo ello que le recibimos con agrado y con afecto y nos ponemos a su disposición, acogiéndole, como siempre ha hecho esta ciudad, como un melillense más. Bienvenido mi General.