La Comandancia General de Melilla celebra la tradicional pascua haciendo balance del pasado año y abordando los retos de 2018: mantener el grado de operatividad alcanzado
La Comandancia General de Melilla celebró en la mañana de ayer la Pascua Militar, una tradición que se remonta al año 1782, durante el reinado de Carlos III. El comandante general de la ciudad, Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, fue el encargado representar al rey Felipe VI durante el acto castrense con el que se dio por inaugurado el nuevo año militar.
La recepción militar contó con el respaldo de las autoridades civiles de la Ciudad y la Administración del Estado, con la presencia del presidente de Melilla, Juan José Imbroda, la diputada María del Carmen Dueñas, la senadora Sofía Acedo y el director provincial de Educación, José Manuel Calzado.
“Me cabe, una vez más, el inmenso honor de expresar en nombre de Su Majestad la felicitación más sincera a todos los miembros de las Fuerzas Armadas que prestan servicio en la ciudad autónoma de Melilla y en las islas y peñones de Vélez de la Gomera, Alhucemas y Chafarinas por los servicios prestados durante todo el 2017”, manifestó el general en el acto.
Según expuso el comandante general, el año pasado no solo se cumplieron todos los objetivos marcados, sino que la Comandancia General de Melilla recibió el respaldo del Mando, siendo incluida en el diseño de una nueva estructura denominada Mando de Presencia y Vigilancia Terrestre, la cual se encuentra en proceso de consolidación en el seno de las Fuerzas Armadas.
Gutiérrez Díaz de Otazu recordó que, a lo largo del 2017, más de 1.200 jóvenes melillenses solicitaron presentarse a las pruebas selectivas para el acceso a las 7.549 plazas de militar de tropa y marinería. En la ciudad fueron convocadas y cubiertas un total de 417 puestos para las Unidades de la Comandancia General, lo que supone cuatro veces más que en el año anterior.
En lo concerniente al 2018, el comandante general afirmó que el principal reto respecto a organización viene representado por la conclusión del plan de transición iniciado con la última transformación del Ejército de Tierra, de modo que se establezca un puente con el inicio de los esfuerzos, que culminen con el Ejército 2035.
“Comienza, pues, el año 2018 para las Fuerzas Armadas en general y para nuestra Comandancia en particular con el ambicioso objetivo de mantener el alto grado de operatividad y disponibilidad alcanzado por nuestras unidades y continuar la búsqueda permanente de ámbitos para la mejora y para la adquisición de nuevas capacidades y destrezas, o de perfeccionamiento de las ya disponibles”, mantuvo el comandante.
Durante el acto, también se rindió homenaje a los seis militares de la Comandancia de la ciudad que están desplegados en Irak, Líbano y Malí para tratar de combatir el terrorismo. Gutiérrez Díaz de Otazu también quiso recordar a todos los compañeros fallecidos a lo largo del año, así como a todos los miembros de las Fuerzas Armadas que, en estos momentos se encuentran desempeñando sus cometidos en distintas zonas de operaciones.