Según el líder de la Asociación Musulmana, en la ciudad hubo varios afectados que, al no renovar su permisos de residencia, fueron expulsados a Marruecos.
El presidente de la Asociación Musulmana de Melilla, Abderramán Benyahya, acusó en la jornada de ayer al Gobierno central de “expulsar de la ciudad” a personas nacidas en territorio español y que, por diversas razones, no pudieron renovar en su día sus permisos de residencia.
Ahondando en dicha cuestión, Benyahya preguntó a la Administración del Estado por qué se envió a los afectados a Marruecos, ya que, en ninguno de los casos era su país de origen.
En concreto, detalló el caso de una persona que sufría de esquizofrenia y que no pudo renovar sus papeles. Según su versión, la actuación del Ejecutivo central fue la de dejar a esta persona “abandonada en la frontera”.
“El Estado español no respeta los Derechos Humanos”, apuntilló. No obstante, señaló que en su día se lo comunicaron a la Delegación del Gobierno, desde donde aseguraron que estudiarían los hechos.
“Algunas de estas personas tienen familiares directos que forman parte de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”, afirmó Benyahya para poner de relieve la gravedad de los hechos. “Lo que queda claro con estas actuaciones es que el Gobierno español trata a Melilla como si fuera un territorio ocupado”, criticó.
Al hilo de su intervención, el también representante de la plataforma ciudadana para la liberación de Ali Aarrás resaltó las duras condiciones bajo las que están viviendo en el campamento instalado en la Plaza de España.
Pese a que la lluvia no ha cesado en los últimos días, Benyahya subrayó su intención de continuar de manera permanente con los padres de Aarrás hasta que el Gobierno dé marcha atrás. Además, y pese al anuncio del Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas de no aceptar la extradición, aseguró que no se moverán de la zona hasta que Aarrás vuelva a Melilla.
Apoyo popular
En palabras a ‘El Faro’ lamentó la falta de apoyos que le están brindado a su causa asociaciones como Pro Derechos Humanos, que “si bien al principio se interesó por el caso, luego desapareció sin dejar rastro”.
En la otra cara de la moneda, Benyahya recalcó que la liberazión de Aarrás ha cosechado un gran número de defensores y simpatizantes en Melilla, los cuales se acercan durante todo el día al campamento instalado en la Plaza de España para ofrecer su apoyo a los padres del afectado.
Y es que, como manifestó Benyahya hace una semana, su intención es que la actuación del Gobierno central quede en entredicho, pues pretende hacer del caso “un escándalo de nivel internacional”. Por el momento, ya se han celebrado varias concentraciones en países como Francia o Alemania.
A nivel local, en Melilla ya se ha celebrado una asamblea ciudadana para acordar que tipo de iniciativas se tomarán si el Estado español no rectifica su decisión. De momento, habrá que esperar para comprobar si la plataforma logra su objetivo.