Los datos oficiales y definitivos de las solicitudes de asilo realizadas en España en 2017 todavía no están disponibles, pero de acuerdo con los datos provisionales facilitados por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) a El Faro, Beni Enzar es el segundo puesto fronterizo con más peticiones realizadas tras el Aeropuerto de Barajas en Madrid. Así, Melilla recibió el año pasado cerca de 2.600 demandas de asilo, frente a las más de 6.000 que se registraron en la capital española, según las estimaciones de este organismo.
De momento, las últimas cifras oficiales que publica el Ministerio del Interior y que se pueden ver en su página web son las correspondientes a las solicitudes de asilo del año 2016, periodo en el que se registraron 2.456 en Melilla y 5.240 en Madrid y 221 en Ceuta.
Desde Acnur puntualizaron que los datos señalados se corresponden con el total de las solicitudes realizadas en las comunidades autónomas, ya que los informes no segregan las cifras según la Oficina de Asilo y Refugio que haya registrado la petición. No obstante, señalaron que la mayoría de las solicitudes se hacen en la oficina en Beni Enzar, en el caso de Melilla, y en la del Aeropuerto de Barajas, en Madrid.
El total de demandas de asilo efectuadas en España en 2017 alcanza las 32.000, cuyos expedientes todavía están a la espera de ser tramitados, según Acnur. Las nacionalidades con más demandantes de asilo en nuestro país son la venezolana, la ucraniana, la colombiana y la siria.
Los abogados
El Ilustre Colegio de Abogados de Melilla (Icame) y Acnur inician esta tarde, a las 17:00 horas, unas Jornadas sobre Protección Internacional y Asilo que se desarrollarán en la sede del Icame y que contarán con la intervención de abogados especialistas en cuestión de extranjería, representantes de Acnur y miembros de la Jefatura Superior de Policía.
Desde la agencia de la ONU para los Refugiados remarcaron la importancia de contar con abogados especializados en tema de inmigración para ofrecer la máxima ayuda posible a la hora de tramitar las solicitudes de asilo y poder empatizar y atender de forma personalizada a los demandantes.
De acuerdo con Acnur, la figura del abogado es clave para identificar si se trata de un menor extranjero no acompañado, de una mujer víctima de trata o de un individuo perseguido por motivos étnicos, políticos o por su orientación sexual.
La formación y la empatía del letrado que atiende a estas personas en la oficina de asilo y refugio para tramitar la petición son de vital importancia para que quede registrado un documento que sirva para darle la condición que requiere.
Sin embargo, Acnur lamenta que, en muchas ocasiones, las instalaciones de estas oficinas son deficientes porque no garantizan la intimidad y confidencialidad de los afectados y tampoco cuentan con intérpretes en determinados idiomas. Además, la demora en resolver los casos pasa de los seis meses y puede llegar casi a los dos años, periodo de tiempo en el que los solicitantes de asilo tienen que buscarse la vida, según explicaron desde Acnur. Esta entidad pide que se mejore el proceso de entrevista personal con los solicitantes.
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