El consejero de Medio Ambiente, Manuel Ángel Quevedo, destacó que en el plazo de dos meses se contará con dos documentos que permitirán tomar decisiones sobre cómo y dónde reducir el ruido en nuestra ciudad. Se trata de disminuir la contaminación acústica. Para ello, se precisa de un estudio de incompatibilidades acústicas, es decir, determinar si hay viviendas junto a un hospital o junto a un colegio, por lo que se ha instalado micrófonos en la ciudad para hacer las mediciones; y también de un mapa de ruidos, esto es, qué sonidos hay de forma constante en la ciudad.
Quevedo destacó que esta legislatura se ha aprobado la zonificación acústica de la ciudad. Se trata de un documento en el que se recogen los objetivos de calidad acústica que deben cumplirse en Melilla. De esta forma, en una zona residencial no deben llegar más de 45 decibelios a partir de las 23:00 horas.
Por ello, comentó que cuando hay un acto o un concierto, se debe pedir un permiso especial para esa actividad, para que Medio Ambiente cancele esta normativa de calidad durante un tiempo determinado. Entre la documentación que se deberá entregar se incluyen los amplificadores y los decibelios que se van a emitir para emitir esa excepción.
Una vez que se cuente tanto con el estudio de incompatibilidades acústicas, como del mapa de ruidos, se contará con una radiografía del ruido y se podrá determinar de qué forma se actua, por ejemplo, reduciendo un carril de tráfico o instalando un panel para evitar que vaya a las viviendas.
Además, comentó que tanto Remesa como Endesa tienen nuevas normas para reducir el ruido que pueden hacer estas dos industrias y harán mediciones cada año.
También subrayó que se ha redactado un nuevo reglamento sobre aves, en lugar de cambiar solo un párrafo sobre un determinado grupo de aves cantoras que ya no se puede cazar.
Asimismo, el consejero de Medio Ambiente destacó que se ha hecho por primera vez un control de las gaviotas patiamarillas, que se trata de una especie invasora que está echando de la ciudad a otras. En pocos días saldrá un contrato por valor de cuatro años para mantener a raya a esta ave por valor de 80.000 euros al año. Entre las medidas que incluye este pliego está que se parafinen los huevos porque si se quitan las gaviotas ponen más.
Además, se ha iniciado un plan de conservación de la gaviota de pico rojo. Ya se están estudiando sus nidos y huevos y pronto se anillarán los pollos que logren volar. Pero Quevedo argumentó que hay planes para los próximos años de seguir ampliando los planes de conservación para más especies.
Medio Ambiente también ha contratado a la UGR para que haga un estudio del litoral de la ciudad. El pasado año se analizó de Aguadú a la playa de la Alcazaba y este año toca hasta la zona sur.
Por otro lado, se ha estado haciendo un informe sobre el estado de las zonas de especial conservación (ZEC). Quevedo explicó que el objetivo es ver qué y cómo están la vegetación y la fauna de estas áreas para luego intervenir en ellas. En este sentido, se invertirán cerca de un millón de euros en su rehabilitación, aunque no son seguras las cifras porque los análisis están aún terminándose. Se destinarían 300.000 euros al Barranco del Nano, 243.000 euros a Aguadú y 430.000 euros al parque perimetral de Rostrogordo. En cuanto a las playas, subrayó la calidad de los servicios y que este año se ha contado por primera vez con su limpieza durante todo el año.
La segmentación geográfica no funciona. Compruebe si la geolocalización IP está habilitada en su cuenta…
En la obra pictórica presente en Melilla de escultor y pintor Pepe Gámez (Melilla, 20…
Hoy quisiera invitarlos a reflexionar sobre un asunto que nos interpela, casi en igual medida,…
De Galicia al Mediterráneo Si vemos la imagen de una colonia de percebes (Pollicipes pollicipes)…
Dedicaba el diario El País dos páginas de su publicación dominical del pasado domingo, 4…
Queridísimos; Si algo caracteriza a la señora Díaz Pérez (doña Yolanda, "Yoli", "Yoli O' Trapiño"),…