El que estuviese al frente de la representación del Gobierno de la Nación en Melilla en los últimos seis años y medio, Abdelmalik El Barkani, este lunes acudió a la toma de posesión de la nueva delegada, Sabrina Moh, para cederle el testigo. “Tu suerte en esta gestión será la de todos los melillenses, que a bien seguro estarán muy pendientes de las decisiones que ya tienes que tomar”, le aseguró. El Barkani adelantó a Moh que no le será nada fácil decidir y que las posturas que adopte “nunca podrán satisfacer a todos”.
Por este motivo, el delegado saliente le recomendó que actúe siempre pensando “en el interés general”. Subrayó que esa ha sido una de las máximas por las que él se ha guiado en el tiempo que ha estado al frente de la Delegación del Gobierno.
"Sinceramente, algunas decisiones las adopté en situaciones difíciles y muchas otras en situaciones más difíciles aún”, subrayó El Barkani. Por su experiencia, avisó a Moh que desde ahora tendrá que atender “a todas horas” numerosos asuntos. “Por fortuna, la mayoría serán cuestiones administrativas que se resuelven sin problemas gracias a la enorme profesionalidad de los funcionarios y empleados públicos que forman parte de esta administración, que harán piña contigo”, afirmó.
En cambio, el exdelegado hizo hincapié a Moh en que otros asuntos requerirán de su atención más directa para la búsqueda de soluciones y de respuestas “más o menos inmediatas”. El Barkani concretó que se refería a cuestiones relativas a la gestión de la inmigración, los pasos fronterizos, el comercio atípico o aspectos de la seguridad ciudadana.
“En estos casos confía y cuenta también con la profesionalidad de los miembros que conforman las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado”, recomendó a la nueva representante del Gobierno en Melilla. “No escatimarán en esfuerzos para echarte una mano y encontrar la mejor de las soluciones”, alabó el delegado saliente.
El Barkani, que prometió ser breve en su discurso para ceder el protagonismo a Moh en su día de toma de posesión, le reiteró su felicitación y volvió a desearle “toda la suerte del mundo” en su gestión.
Antes de despedirse, aseguró que todos los “sinsabores” que ha experimentado al frente de un puesto tan complicado como el que ha ostentado en los últimos seis años habían quedado “eclipsados por el inmenso orgullo y honor” que ha supuesto para él representar a España en la ciudad en la que nació y a la que regresó tras finalizar su formación.
“Mi tiempo ha acabado y ahora es tu tiempo, señora delegada: mucha suerte y al toro”, concluyó El Barkani.
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