Baja el número de instrucciones de delitos en la ciudad con el cierre de la frontera

El juez decano Fernando Germán Portillo aseveró a El Faro que este 2021 también están expectantes con lo que pueda pasar con las decisiones que se adopten desde el poder ejecutivo y legislativo en reformas legales. Afirmó que se están vendiendo como “el agua milagrosa” que salve a la Administración de Justicia, amparada en la situación de pandemia, pero algunas de esas iniciativas pueden quedar como “mera propaganda en el BOE”. Y están a la espera de que lleguen muchos más casos a los juzgados, sobre todo, relacionados con los litigios laborales o la falta de pagos entre particulares por los problemas económicos derivados de los sanitarios. Sin embargo, sí que han notado una diminución de casos en otros juzgados, por ejemplo, en la instrucción de delitos al estar cerrada la frontera y disminuir la población entre 20.000 y 30.000 personas.

Portillo explicó al respecto que a nivel estadístico simplemente hace que baje la cifra de personas que pueden llegar a cometer delitos. Y en cambio, que se espera un aumento de denuncias en lo Social y la de Contencioso-Administración, pero no se han producido como se había anunciado. En ellos se analizan los despidos, los ERTE, los ERE, y las reclamaciones a la Administración por las multas, entre otras cuestiones.

Retraso en las denuncias

El juez decano cree que se están alargando los ERTE en un gran número de sectores y negocios y eso está aplazando en el tiempo, más de lo esperado, las reclamaciones en el juzgado. Pero tiene el convencimiento que esa llegada masiva de denuncias llegará.

Y en cuanto al Contencioso-Administrativo aún hay que dirigirse antes a la Administración para poder luego al tribunal y eso lleva un tiempo que aún no se ha cumplido.

Incluso a nivel nacional se preveía un aumento de casos en los juzgados de Mercantil, por el cierre de empresas, pero en Melilla no ha llegado aún, entre otras cosas, porque no hay un tejido empresarial de grandes negocios.

Por todo ello, el deseo del juez decano es que para cuando todo esto llegue a los juzgados se cuente con las reformas legales que hagan sea más ágil el desempeño de la justicia. Entre ellas, destacó, por ejemplo, la de eficiciencia procesal. Y si a esto se suman más medios materiales, apuntó que se pueda atajar ese incremento.

Sin contagios en el juzgado

Por otro lado, Portillo destacó que, hasta el momento, no se había producido ningún contagio dentro de los juzgados.

Las medidas de seguridad que se han puesto en marcha en el edificio han dado sus frutos y cuando ha habido contagios o bajas por coronavirus, se han producido en el ámbito personal de los afectados. Esto último sí que alteraba en algún momento el ritmo de trabajo en los juzgados, por ejemplo, si eran contactos estrechos aunque no padecieran la enfermedad porque debían hacer cuarentena en sus hogares.

“Las medidas de contención y prevención están siendo 100% eficaces. Y agradezco a la Administración de Justicia el empeño que ha puesto en ello, así como a todos los trabajadores del ámbito por su actitud en la adopción de las medidas”, añadió.

Los deseos de 2021

Portillo también argumentó que para 2021 los deseos se centran en uno, que todos los miembros de la Administración de Justicia se encuentren bien de salud. Aseveró que en estas circunstancias ya es pedir demasiado.

Pero al margen de esto, indicó que una petición más terrenal es a los dirigentes políticos del país. Les solicitó que tengan cabeza a la hora de realizar los cambios legislativos y que no tengan en cuenta sus intereses partidistas, sino lo mejor para la Justicia ver por dónde salen. “No deben hundir más el poder judicial en el poder político”, aseveró.

El juez decano lamentó que los políticos estén mirando más a nivel cortoplacista y por sus intereses a la hora de hacer las reformas necesarias.

No cree que beneficie a nadie y remarcó que baja calidad democrática del país. Espera que finalmente haya altura de miras.

También remarcó Portillo que siguen a la espera de que entre un Gobierno en el Estado que sea capaz de invertir de verdad en la Justicia y atendiendo a las necesidades reales.