En las últimas dos semanas la incidencia acumulada (casos confirmados por cada 100.000 habitantes) en la ciudad comenzó a descender, aunque Melilla sigue sin doblegar la curva de contagios registrando en abril más positivos que curados.
Por varios meses, Melilla se mantuvo a la cabeza de la tasa de incidencia acumulada de coronavirus, situando a la ciudad en un rango por encima de los 500 casos, que según Sanidad, es una situación de “riesgo extremo”.
La actualización 355 del 16 de abril de este año, indicaba que la ciudad registraba una IA de 531,72 en los últimos 14 días. Era la tasa más alta del país. Una semana después, el 23 de abril esa tasa disminuyó hasta los 454,78 casos y este 30 de abril, la tasa, según Sanidad, era de 365,20. Son 166 puntos por debajo con respecto al 16 de abril.
Aunque la situación sigue siendo de riesgo extremo, la tasa ha descendido. Ahora es el País Vasco quien está al frente en este indicador, registrando una tasa de 517,04 casos, le sigue Madrid con 384,73 y Melilla con 365,20.
Pese al descenso en la tasa de incidencia acumulada desde el 23 de abril, Melilla suma en abril más positivos que curados. De acuerdo con los datos aportados por la Consejería de Economía y Políticas Sociales y el Ingesa, en abril se notificaron 823 nuevos positivos de coronavirus, 792 curados y nueve fallecimientos. La ciudad aún no llega a doblegar la curva.
En marzo de este año, se registraron más curados que nuevos casos. En el tercer mes del año, notificaron 954 positivos y 960 curados. Pese a estas cifras, el número de casos detectados sigue siendo alto para una ciudad de las dimensiones de Melilla.
Las autoridades sanitarias atribuyen como una de las posibles causas de la tasa de contagios a la alta densidad poblacional sin dejar de lado las celebraciones que se realizaban en el ámbito privado y que, con la nueva flexibilización de medidas vigente desde el 19 de abril, buscan encauzarlas hacia ambientes controlados.
De los casos confirmados y según las autoridades sanitarias, la cepa predominante es la británica. A mediados de abril, la Federación de Sanidad de CCOO explicaba a El Faro que la cepa británica dura más en el tiempo, está siendo más agresiva con los pacientes que están ingresados y deja secuelas que deben tratarse tras superar el coronavirus. De ahí, indicó, que no se haya terminado aún de curar personas de la tercera ola y ahora van a estas hospitalizados con los de la cuarta ola de la pandemia.
Los casos activos de coronavirus volvieron a aumentar en la jornada de este viernes, tras notificarse 21 positivos y 11 personas curadas. Con ello, el número de personas con covid activo en la ciudad asciende a 471.
En la misma jornada, se registraron cuatro nuevos ingresos en el Comarcal de personas con covid activo. Así, asciende a 22 los pacientes hospitalizados, de lis cuales cinco se encuentran ingresadas en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
El viernes se realizaron 369 pruebas de detección, de las cuales 123 fueron PCR y 246 test de antígenos.
Desde el inicio de la pandemia Melilla acumula 8.726 positivos, 8.166 curados y 89 fallecidos.
Los cuatro primeros meses del 2021 acumulan 45 fallecidos como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus. Son un poco más de la mitad de las 89 víctimas mortales que ha dejado la pandemia desde marzo de 2020.
La cuarta ola de la pandemia mostró la fuerza de la enfermedad. En enero de este año se registraron ocho fallecidos; en febrero fueron 20 las víctimas mortales en la ciudad mientras que marzo sumó ocho fallecidos y abril nueve. Los primeros cuatro meses del año suman 45 de las 89 víctimas que acumula la ciudad desde el inicio de la pandemia.
Desde que inició la crisis sanitaria del coronavirus, noviembre ha sido el mes más negro para la ciudad. En sus 30 días sumó 21 fallecidos, le sigue febrero con 20 víctimas y 14 en octubre.
120 días antes, entre septiembre y diciembre de 2020, la ciudad registró 42 fallecidos como consecuencia del Covid-19. De los 44 que se contabilizaban en Melilla por la pandemia a finales de diciembre, más de cuatro decenas se produjeron entre septiembre y diciembre.
En septiembre se produjeron tres fallecimientos; 14 en octubre; 21 en noviembre y cuatro en diciembre.
Durante la primera ola fueron dos las víctimas en Melilla. La primera falleció el 26 de marzo a casi dos semanas de haberse decretado el estado de alarma y el 2 de abril se produjo el fallecimiento de otra persona como consecuencia del virus.
El creciente número de casos de coronavirus durante la segunda ola también generó el ingreso de decenas de personas en el hospital Comarcal y algunos de ellos requirieron ingresar a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI).
Desde el inicio de la pandemia, la Ciudad ha adoptado decenas de normas para frenar la propagación del coronavirus y así evitar el colapso hospitalario y los fallecimiento. En un primer momento, desde el 15 de marzo al 21 de junio, se decretó el estado de alarma que brindó un marco legal para aplicar ciertas medidas. Este se volvió a activar el 25 de octubre y está vigente hasta el 9 de mayo de este año.
Ese “paraguas” legal ha permitido a las comunidades y ciudades autónomas aplicar el “toque de queda”, así como el confinamiento perimetral con el objetivo de reducir la movilidad y evitar la mayor propagación del virus.
El próximo 9 de mayo culmina el estado de alarma, con la petición de distintas autonomías de extenderlo controlar la pandemia mientras avanza la vacunación.
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