Las ayudas de las líneas 6 y 7 se asignarán de manera inmediata a los beneficiarios

Debido a la pandemia del coronavirus, Promesa estableció durante el 2020 cinco líneas de ayuda y está abierta la convocatoria para dos líneas de ayuda más, las 6 y 7. Todas fueron puestas en marcha por la Ciudad y tramitadas a través de Promesa. Las cinco primeras líneas contaron con una dotación presupuestaria de seis millones de euros, “cantidad que prácticamente en su totalidad ya ha sido percibida por los beneficiarios”, dijo el presidente en funciones de Promesa, Emilio Guerra, mientras agregó que fueron 2.300 expedientes que tramitó Promesa y corresponden a unos 1.300 beneficiarios finales, ya que algunas líneas eran compatibles entre ellas.

Por cantidades acumuladas, indicó, hay empresarios que han podido percibir hasta 40.000 euros de las cinco primeras líneas, “lo cual no quiere decir que puedan seguir acumulando en el resto de ayudas”, dijo.

Para impulsar la economía melillense afectada por la pandemia se abrieron recientemente otras dos líneas de ayudas, la 6 y 7, con cargo al crédito de 12,7 millones de euros que solicitó la Ciudad y que cuenta con un presupuesto de unos 6 millones de euros, señaló Guerra, quien agregó que buscan “poner ahí todo nuestro empeño en dar ese empujón que consideramos imprescindible para que nuestra economía vaya recobrando posiciones y vaya saliendo de las penurias por las que estamos pasando”.

El plazo para solicitar estas ayudas permanecerá abierto hasta el 18 de este mes. Los beneficiaron podrán percibir hasta un máximo de 30.000 euros en la línea 6 y 200.000 euros en la línea 7. Hasta ahora, Promesa ha recibido algo más 100 solicitudes y espera duplica esa cifra.

Guerra estima que estas ayudas se entregarán de “manera inmediata” porque han aprendido de la experiencia de las cinco primeras líneas de ayuda, y usan la normativa vigente de la forma más viable, respetándolas, “pero de una forma más eficiente y hemos encontrado los recovecos por los cuales se pueden atender mejor las demandas de los empresarios y de los autónomos”. Con ello, han logrado reducir los tiempos, y además de suma el factor que Promesa ya tiene documentación de gran parte de los solicitantes.

Afirmó que conforme se vayan solicitando “los expediente por parte de los posibles beneficiarios, se revisan y automáticamente se pasan al cobro (…) En ese sentido, va a ir sobre la marcha y como muy buena parte de la documentación de los posibles beneficiarios ya la tenemos, de las anteriores líneas de ayuda, se van a recortar mucho más los plazos”.

Las ayudas y subvenciones continuarán para Pymes y autónomos. Guerra informó de que desde la Consejería de Hacienda se trabaja para establecer las bases para las ayudas que llegarán desde el Gobierno central con una dotación de más de 12 millones de euros.

El objetivo es poner en marcha “cuanto antes” estas ayudas directas. Guerra indicó que las bases se están tramitando y gestionado desde la Consejería de Hacienda para sacarlas “lo antes posible”.

Balance

Haciendo un balance de las ayudas creadas en el 2020 y en lo que va de año para hacer frente al impacto de la pandemia, Guerra afirmó que “Melilla se encuentra a la cabeza en cuanto a capacidad de respuesta, a líneas de ayuda, a conceptos subvencionables y en cuanto a cantidades percibidas por autónomos y empresarios si lo comparamos con el resto de comunidades y con el resto de provincias”.

Pese a ello, y haciendo algo de autocrítica afirma que “siempre se puede mejorar”, aunque cree que han estado “a una gran altura” y señala que desde Promesa cuentan con “la maquinaria administrativa perfectamente formada, engrasada y eficiente para abordar el trabajo que todavía está por delante”.

Guerra se defiende de las quejas que recibieron en el 2020 sobre los retrasos en la asignación de las ayudas, y señala que la crisis de coronavirus fue una situación sobrevenida, impredecible y que nadie esperaba. “Nadie, en ningún sector, estaba preparado para soportar ese impacto que hemos sufrido desde el punto de vista sanitario, económico y social”, afirmó y explicó que dentro de la Administración tuvieron que adecuar la maquinaría administrativa y burocrática “porque hablábamos de una situación de emergencia y había que atender de manera inmediata. Y desgraciadamente por nuestro aparato administrativo, por nuestro aparato normativo, no dábamos respuesta a esta situación porque no estaba preparado para ello”.

Desde Promesa, como órgano especializado en la tramitación de los expedientes, dieron una nueva dimensión a la empresa, debieron contratar personal especializado, adecuar instalaciones que en ese momento no tenía, “pero creo que respondimos lo más rápidamente posible”. Guerra entiende que los empresarios demandaran las ayudas porque era “angustiosa” la situación de sus negocios y empresas.

A juicio de Guerra, Promesa ha respondido “de una manera aceptable”, tomando en cuenta cómo lo están pasando en otras comunidades. También hizo referencia a los datos del paro y de la pobreza y cree que “a pesar de todo en Melilla hemos sido capaces de sostener parte importante de nuestra economía. Hemos sido capaces de evitar el cierre de muchas empresas y autónomos y en consecuencia, no solo evitar la subida del paro sino mejorarlo”.

Afirmó que “siempre se pude hacer más” y trabajan en ello. Promesa mantiene a las 12 personas –entre técnicos y auxiliares- que contrataron para reforzar el trabajo, ya que “la situación de la pandemia no ha concluido”, y hay muchas áreas que se tienen que cubrir y hay proyectos por ponerse en marcha y recursos que llegarán de Europa y se tienen que gestionar. “Seguimos con la maquinaría perfectamente engrasada y eficiente para abordar todo aquello que se nos encargue”, dijo.

Acciones para el futuro

De acuerdo con el presidente en funciones de Promesa las ayudas que han puesto en marcha a lo largo del 2020 y este año forman parte de las acciones que la Ciudad realiza, por medio de esta empresa, para impulsar a la economía local. Pero en paralelo trabajan en nuevos proyectos, tomando en cuenta que la ciudad recibirá recursos de los Fondos Europeos para la Recuperación, los Fondos React-UE, y están a la espera del nuevo programa operativo 2020-2026 que darán forma a los Fondos Feder, Fondo Social Europeo y los Fondos de Garantía Juvenil, entre otros.

Recordó que hace unos días sacaron nuevas ayudas para el fomento del empleo, con el objetivo de buscar que los las pymes y autónomos sigan contratando. En pro de impulsar el comercio local, también han puesto en marcha un concurso para la dinamización de las compras y consumiciones en comercios. Guerra señala que estas son acciones inmediata, pero tienen planes para un corto, mediano y largo plazo que van enfocadas en la recuperación económica y el futuro de la ciudad.

Para Guerra el reto para los próximos meses es “tratar de gestionar lo mejor y de la manera más eficaz posible esos fondos europeos que nos llegan. Tratar de ser redistributivos con ellos, tratar de que sirvan y que sean eficientes para reactivar nuestra economía; y de manera paralela seguir trabajando en espacios, en normas que puedan servirnos para que Melilla tome una nueva dirección hacia el futuro”.

Aunque Promesa no tiene competencias en el ámbito normativo, Guerra cree importante analizar qué será de Melilla si la frontera sigue cerrada, así como evaluar las perspectivas fiscales y económicas, estudiar la modificación del estatuto y la aplicación de una zona económica especial. Explica que aunque este análisis transciende del ámbito local no hay que perderla de vista y seguir impulsándolos pensando en la reactivación económica de la ciudad.

Menciona que el Gobierno tripartito llegó a la Ciudad, en 2019, y ha enfrentado momentos adversos como la crisis sanitaria del coronavirus, el cierre de la frontera como consecuencia de la pandemia, sin dejar de lado la crisis económica que arrastraba Melilla y que aún persiste. Esta última arrastra también una crisis social. A su juicio, el Gobierno local se ha volcado desde el primer momento en atender esta situación.

La Escuela de Construcción y Obra Civil, un proyecto “ambicioso” de Promesa

El presidente en funciones de Promesa, Emilio Guerra, apuesta por la formación y la preparación de la ciudadanía. Es por ello que hace unos meses, Promesa planteó la creación de la Escuela de Construcción, proyecto que ha generado gran interés debido a la fuerte demanda de trabajadores especializados en el sector por el cierre de la frontera.

Guerra afirmó que este es un proyecto de futuro, “muy ambicioso”, que requiere de voluntad política “que la hay desde el minuto. Pero necesitamos terrenos, infraestructura y fondos económicos que tienen que desde Europa para poder llevar a cabo la iniciativa”.

En paralelo a este proyecto, sigue en marcha y trabajando la escuela de oficios de la construcción y artesanía, que está ubicado en el Monte María Cristina. Sin embargo, esos espacios, explica Guerra, se fueron ocupando en otras especialidades y actualmente hay talleres de oficio y otras actividades.

“El objetivo sería la concentración tanto física como de gestión para una nueva escuela que la vendíamos a denominar Escuela de Construcción y Obra Civil y, ahí podría recuperar esos espacios que ya tenemos o buscar otros más adecuados y acordes a las necesidades que demanda en estos momentos el sector de la construcción, obviamente junto con la inversión económica correspondiente”, explicó Guerra quien aclaró que hasta que no resuelvan esos temas, las actividades y cursos formativos están externalizados a través de empresas capacitadas para este trabajo.

Promesa mantiene los cursos formativos como el de prevención de riesgos laborales, ayudante de albañilería, para pintores, carpintería, fontanería, entre otros, que buscan dar respuesta inmediata a las necesidades del sector de la construcción.

“En el fondo en que lleguen los fondos Europeos, Fondos React-UE y de nuevas generación, hay una cantidad para invertir en formación, porque consideramos que es importantísimo la formación en nuestra ciudad, la formación para los desempleados y para los jóvenes”, dijo.