La ciudad de Melilla tienen una población mayoritariamente joven y este lunes han comenzado a vacunarse los menores de 30 años, es decir, a partir desde 1992 hasta 1995 en los institutos Leopoldo Queipo y Victoria Eugenia. Los cuatro años estaban repartidos en dos por cada uno de los centros y esos dos en horarios distintos. En el instituto Leopoldo Queipo ya había cola incluso antes de arrancar la hora oficial del inicio de la vacunación, las 9:00 horas. Antes de esta hora, la fila de espera llegaba hasta el puente que hay junto al parque de bomberos, pero en apenas unos 10 minutos se accedía al patio interior del centro, donde entregan una hoja de consentimiento a los que se van a vacunar más un bolígrafo a quien no lo tiene.
Poco a poco la cola la avanzaba y a medida que pasaba el tiempo más personas venían. Antes de pasar a centro de vacunación, miembros del equipo de vacunación comprobaban que los datos que habían rellenado los que se iban a vacunar eran correctos, ya que detalles como si se ha pasado el coronavirus o no es esencial conocerlo. Tras comprobar que la información es correcta y que la letra con la que se ha rellenado la hoja de consentimiento es legible, se entra al lugar donde ponen la vacuna y en unos segundo está uno esperando fuera los 15 minutos reglamentarios por si alguien se siente mal tras recibirla.
En el documento se pone el número de teléfono y en cuestión de segundos, tras recibir la primera dosis de la vacuna, le llega a uno un SMS al teléfono con un código con el que se podrá descargar el Certificado Covid cuando se reciba la segunda dosis. También entregan un pequeño papel en el que estaba escrito que la próxima dosis será el 20 de julio en un lugar aún por determinar.
Más tarde, a mediodía, en el centro Victoria Eugenia no había una gran cola. Allí se vacunaban los nacidos en 1994 (a las 9:00 horas) y 1995 (a las 11:00 horas). El consejero de Economía y Políticas Sociales, Mohamed Mohamed Mohand, también responsable de Salud Pública y nacido en 1995, justamente ha recibido su primera dosis en este centro.
Benaisa, un melillense que se ha vacunado esta mañana también y es del 1995, explicó que ha venido principalmente porque se lo han exigido en el trabajo y su familia. Señaló que nadie de su entorno ha pasado el coronavirus y anima a al resto de jóvenes de sus edad a vacunarse. "Ha sido rápido y no duele", aseguró. Por su lado, Elena, del 1992, expresó que se quería vacunar porque vive con personas mayores y además, trabaja en un instituto y se lo exigen. Ya ha pasado el coronavirus y aunque no estuviese preocupada, cree que toda preocupación es poca. Resaltó que los jóvenes son los únicos que quedan por vacunar, por lo que es más fácil que se contagien, por que insistió en que "toda seguridad es poca".
Este martes será turno de los que han nacido en 1996, 1997 y 1998 en el instituto Leopoldo Queipo los dos primeros años y en el Victoria Eugenia en el tercero. El resto de citaciones son para las segundas dosis programadas y el viernes será la repesca
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