Miguel Ángel Rodríguez Ciendones, atleta melillense que fue agredido el pasado sábado en la Maratón de San Fermín de Pamplona por el mero hecho de enarbolar una bandera de España con el nombre de Melilla, acudió al plató de El Faro TV para narrar su experiencia.
–Buenas Miguel Ángel. Ante todo, ¿cómo está? Supongo que ha sido un fin de semana de locos, concluido con la recepción en el Salón Dorado de la Asamblea.
–Pues sí, ahora mismo estoy englobado. En parte contento por haber llegado a Melilla, y ahora, desde luego, con la intención de seguir luciendo la bandera.
–Cuéntanos desde el principio, ¿cómo y cuándo decides viajar a Pamplona?
–Pues hace tiempo, con mi mujer, que es la que me empuja a correr y me ayuda a comprar los billetes. Este año quiero hacer 12 maratones y ésta de San Fermín era una de ellas. Y yo en todas voy con la bandera, no es porque haya decidido ir especialmente a Pamplona con ella. Además, voy con la bandera en la mano porque perdería la gracia que la colocara en un portabanderas, de hecho ya tengo el músculo desarrollado. Aunque muera con ella, seguiré con la bandera en la mano.
–¿Habías estado antes por allí? ¿Cuáles fueron tus sensaciones previas a la carrera?
–Era la primera vez que viajaba a Pamplona. Llegué sobre las tres y llevaba mi jersey del Tercio, que me regalaron como ‘finisher’ en la carrera de los 101 kilómetros de La Legión en Ronda. Ya a esas horas, en el casco antiguo, al cruzarme con algunas personas, “rebuznaban” al pasar por mi lado y ver el escudo que llevaba. Desprestigiando a mi persona y, cómo no, a España. Me decían “puto rojo, vete a correr a España”.
Yo no lograba entenderlo, “vete a correr a España”, cuando esto es España. Si el DNI de ese mismo hombre pone “nacido en España”. Empezaron a increparme en la primera vuelta y ya en la segunda se abalanzaron sobre mí. Quiero aclarar que no ha sido tan brutal como se ha reflejado en ciertos medios. No lo fue porque me sacaron de allí, si me hubieran pillado bien si que hubiese sido brutal. Porque ese kilómetro fue el que lo he corrido más rápido de mi vida, huyendo de estos individuos. Al colocarme en la salida, que conseguí ponerme en primera línea, no hubo problemas conmigo. Los pamploneses me jaleaban al grito de “viva España” y pensé que no iba a tener ningún tipo de incidentes, porque ya venía algo asustado de la maratón de Barcelona, donde fui insultado también. Pero todo pintaba bien.
–¿Cómo se sucedieron los hechos una vez comenzada la maratón?
–En la primera vuelta había un grupo de personas separadas que me fueron insultando, digamos, por módulos.
Ya en la segunda se agruparon y, al subir la cuesta del casco antiguo, me los encontré. Uno silbó, y en ese mismo estrechamiento, tiraron la barandilla, empujaron a los espectadores e invadieron la carrera en mi busca. En uno de los tirones rompieron un poco la bandera, pero pude recuperarla, no se la lograron llevar.
–¿No pensaste en ningún momento ser prudente, guardar la bandera, o pesaba más tu libertad de expresión?
–Yo pensé, desde el principio, que si iba a haber cualquier problema, tenía que guardar la bandera, no jugarme la vida. Una patada mal dada te puede dejar en el sitio. Cuando se rompió el cordón íbamos cuatro o cinco, yo y gente de Pamplona, porque ellos iban con la rojigualda hasta la médula y también fueron agredidos. Tengo doscientas peticiones de amistad en Facebook y son gente que me han abierto las puertas de su casa. –¿Hacen falta más patriotas como tú en el mundo del deporte?
–Desde luego, porque ante todo “viva España”. Si me sigues en redes verás que soy trending topic, y otros compañeros me han dicho que les parece increíble que esto haya sucedido en suelo español.
–¿Te vas a cortar un poco más en lo sucesivo?
–Pues seguramente, subiendo de Madrid para arriba, veo difícil subir con bandera en mano. No sé yo, ya estoy un poco asustado. Si no llega a ser por los “buenos pamploneses” podía haber llegado aquí en una caja de pino, porque no sólo querían la bandera, iban a agredirme.
–¿Cómo eran esas personas que describes y qué número?
–El tipo de perfil que tenían todos ellos era en plan “cabezas rapadas”, corpulentos, con tatuajes agresivos. En este trayecto habrían unas 200 personas exaltadas que se querían abalanzar sobre mí.
–¿Por qué crees que la Policía no actuó con más beligerancia con estos individuos?
–Yo antes de llegar a las 21 kilómetros iba avisando a la Policía. Tengan cuidado, que me agreden, me insultan, me escupen. Ellos me decían: “no te preocupes, estamos con España”. Y yo les decía, sí, en ese punto sí; pero ¿y en otro punto? ¿Estáis con España? Al final, ha tenido que ser gracias a los espectadores y su ayuda que no ha ido esto a más.
Más tarde, ya en la Plaza de Toros (donde estaba situada la meta) solicité la asistencia policial al 092 pero el agente que me atendió me dice que no iba a pasar nada. Yo le transmitía que lo único que quería es salir de allí sano y salvo, que había ido a conseguir un sueño pero que no pudo llevarse a cabo. Aún así, me decían que fuera andando a Comisaría, que estaba a dos manzanas. Lo ví fatal.
–¿Por qué no denunciaste a los agresores?
–En uno de los tramos me dijo la Policía si reconocía a estos individuos y sí, esta claro que a tres, mínimo, te cogía. ¿Qué ganaba yo con eso, que me viesen otra vez? ¿Y la que se había poder liado?
–¿Qué tal con la organización del evento? ¿Te quedas satisfecho con la respuesta que dieron tras el incidente sufrido?
–Sí, de hecho, esta es la primera maratón de la que me retiro y, aún así, me dieron la medalla como si hubiera realizado la prueba completa. Según ellos, “yo me merecía la insignia más que cualquiera de los que habían participado en ella”. En meta lo hicieron ‘chapeau’, se comportaron muy bien conmigo.
¿Cómo te has tomado la atención mediática de este hecho? ¿Ha afectado a tu privacidad o crees que es necesario que ésto salga a la luz para concienciar a la gente?
–Hombre, afecta un poco, pero yo he dado todas las facilidades para que esto se sepa mundialmente. Por eso quizá ahora tenga problemas con medios que ponen en mi boca cosas que no son. Yo lo único que quiero es defender el nombre de España y de Melilla allá donde vaya.
–¿Crees que este es el motivo para que te recibiera el presidente de la Ciudad?
–Puede ser. Estoy súper orgulloso, no esperaba esa aceptación de Imbroda, y ayer no lloré de milagro. Me dio la enhorabuena, me dijo que siga defendiendo a la ciudad y a la bandera. Se me escapó alguna lagrima y todavía estoy emocionado, ese momento me llegó al corazón. Que me reciban en el Salón Dorado… aún tengo los pelos de punta.
–Si pudieras mandarle un mensaje a los radicales que se abalanzaron sobre tí en la prueba, ¿qué les dirías?
–Pues les diría, principalmente, que yo no he ido a por ellos. Yo sólo estaba defendiendo a Melilla y a mi bandera, porque amo a España. Yo no he ido ni a por unas personas, solo quería correr y traerme la medalla de ‘finisher’ de Pamplona.
Vídeo de la noticia: https://www.youtube.com/watch?v=RbB4gfp_hc4