Tribunales y Justicia

“Aunque el disparo le sorprendió, el acusado era consciente de lo que hacía”

  • El policía que instruyó el atestado del crimen del Angelo destaca que en las imágenes de las cámaras se ve cómo el inculpado “carga el arma”. No obstante, admite que “es posible” que el tiro fuera fortuito

Ayer tuvo lugar la segunda jornada del juicio por el crimen del pub Angelo, en el que se acusa a Tufik M. de asesinato y a su compañero S. M. de encubrimiento por ocultar la pistola con la que se cometió el crimen. En esta vista declararon varios agentes de la Policía Nacional. Uno de ellos, instructor del atestado, señaló que en las imágenes de las cámaras de videovigilancia se observa que el acusado “se sorprende” del disparo que efectuó, pero afirma que era “consciente de lo que ha hecho”.

En este sentido, este testigo, que trabaja en la Policía Judicial, subrayó que Tufik M. “introdujo el cargador” en el arma, que acabó disparando. Por ello, debía tener conciencia de los riesgos que entrañaba empuñar una pistola cargada.

Este testigo recordó que sobre las 4:15 horas del 24 de enero de 2015 recibió una llamada avisando de que había “un fallecido en el Angelo”. Junto con otros compañeros, llegó al lugar a las 4:50 horas.

Casquillo de bala

En una primera inspección, vieron un casquillo del calibre 22 en el suelo. Tras entrevistar a los testigos, supieron que el autor del disparo había huido en coche.

Tras conocer la matrícula del vehículo, averiguaron que estaba a nombre de la mujer de Tufik M. Después, se dirigieron al domicilio que constaba, en el Paseo Marítimo, pero no se encontraba allí el inculpado. Entonces, telefonearon a la esposa, quien les dijo que ella estaba en Marruecos, pero se ofreció a localizar a su marido.

Cámaras de seguridad

“Solicitamos las cámaras de seguridad”, relató ante el jurado el instructor del atestado. Así, observaron que a las 3:11 horas habían accedido al Angelo tres hombres, entre los que estaba la que acabaría siendo víctima del tiro.

A las 3:55 horas, las imágenes muestran que entró Tufik M. junto al acusado de encubrimiento y otros dos hombres. “Pidieron consumiciones y una pipa”.

A las 4:03 horas, el acusado “abandona el local”. “Hace como que se agacha”. Regresó a las 4:06. En la mano izquierda llevaba una correa tirando de un perro y, en la misma mano, “una pistola con silenciador”. “En la derecha llevaba el cargador. Allí lo introdujo y dejó el arma dispuesta para disparar”.

Apuntando a la nuca

Según lo visto en las imágenes, Tufik M. apuntó “a la nuca” de uno de los tres hombres. Luego se dirigió al que acabaría matando. “Le dio en un lateral un golpe descendente” y luego tuvo lugar el disparo. Tras la detonación, el inculpado “se queda parado”, pero después “continuó agrediendo” a los otros dándoles golpes con el arma. “Uno se escondió al final de la barra y se fue a por él”.

“A las 4:07 (Tufik M.) sale del local”, pero antes su compañero “le arrebata el arma y se ve cómo la esconde en la ropa”.

Una navaja

A preguntas de la defensa, este testigo policial afirmó no haber visto “provocación previa” de los tres atacados hacia Tufik M. Aunque observó que uno de los compañeros de la víctima “sacó del bolsillo trasero algo que pudiera ser una navaja”, con la que hizo “un movimiento sobre su abdomen”, se mostró “plenamente convencido” de que el acusado y quienes estaban con él “no pudieron ver” esa conducta.

“¿Es posible que el disparo fuera fortuito?”, le preguntó el abogado de Tufik M. “Es posible”, replicó.

Otro de los seis policías que declararon afirmó que el inculpado arremetió a la víctima haciendo con la pistola “una especie de estocada”. Tras ello, ocurrió el disparo.

También testificó el encargado de la “inspección técnica policial” del local. Precisó que el pub tiene “siete u ocho metros de longitud” y que una barra “de cinco metros” se sitúa entrando “a la izquierda”.

“El cadáver estaba en el suelo, en posición de cúbito supino (boca arriba) y “casi perpendicular a la barra”. Tenía la “cara ensangrentada” como consecuencia del vómito de sangre que la víctima sufrió tras recibir el disparo. El cuerpo tenía “orificio de entrada, pero no de salida”. A sus pies, estaba el casquillo de bala.

A las 9:30 horas de hoy se reanuda el juicio con la práctica de pruebas periciales.

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