El pasado 2019 no fue un año bueno para la Guardia Civil de Melilla, según la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC), en el sentido de que no ha habido una ampliación de plantilla que es imprescindible para poder atender todos las necesidades de los servicios y porque no ha habido más medios materiales para los mismos en estos doce meses anteriores. Una de las demandas de la entidad es que se incorporen mejores cámaras para vigilar la valla fronteriza con Marruecos y también la entrada de embarcaciones por las costas melillenses.
La AUGC indicó que se iniciaron a finales del pasado año los trabajos para retirar la sirga tridimensional y las pocas concertinas que quedan en el vallado melillense, pero no saben qué mejoras se van a aportar más allá de lo filtrado en los medios de comunicación como es el aumento de metros de la alambrada.
Por ello, en este 2020, exige la asociación una mejora de los medios técnicos que se precisan en las fronteras, vallado y en las zonas de costa para evitar la llegada de inmigración ilegal. Indicó que precisan de cámaras fijas en el vallado de mejor precisión para evitar los puntos ciegos que hay actualmente, así como mejoras en las condiciones del centro coordinador donde se reciben las imágenes.
Pero, al igual que los sindicatos policiales, esta asociación reclama el incremento de plantilla. Sin un aumento decidido de agentes de la Guardia Civil, cuando haya un salto masivo de inmigrantes en la valla, solo se podrá acudir con dos patrullas y tres agentes, dependiendo del día porque no siempre se cuenta con refuerzos de plantillas de otras unidades de fuera de Melilla. Ésta sería la situación si el salto fuera por la tarde.
También lamentó la AUGC que sigua habiendo cuatro carriles abiertos en Beni Enzar, pero solo dos agentes y que tengan que revisar dos colas a la vez por la falta de guardias civiles. Con estas condiciones de trabajo, aseveró, no se puede compaginar la seguridad con la fluidez de los pasos de los vehículos en la frontera.
Y la situación va a peor porque la plantilla está envejeciendo y se va jubilando, añadió. Durante la Operación Paso del Estrecho se contó con un refuerzo del personal, pero insistió en que no fue un aumento de agentes, sino que había un tercio de personas de vacaciones y se precisaban más profesionales para cubrir esas plazas.
Pero sin un cambio en el catálogo de la Guardia Civil de Melilla no habrá las mejoras que exige la AUGC. En este sentido, indicó que hay 650 agentes en este documento de los que hay 580 puestos ocupados. Si esas 70 plazas se cubren no serían suficientes para cubrir las necesidades actuales de la plantilla porque esos 650 puestos de trabajo se han quedado cortos para la presión migratoria que sufre la ciudad, así como la que hay en la frontera o la necesidad de atender otras unidades de la Benemérita en Melilla.
En el pasado año se ha contado con tres unidades que han venido a la ciudad para hacer labores que no les corresponden un inicio, pues estaban vinculados a temas de control de comercio atípico, cuando su especialidad es la seguridad ciudadana para eventos extraordinarios. Esto ha sido una gran ayuda, pero la AUGC se pregunta si no sería más barato para el Estado destinar más plantilla estable que tener que dejar a otra ciudad sin esos agentes para traerlos a Melilla en comisiones especiales, además de que dejan sin estos profesionales al lugar del que provienen o al que tienen que volver si hay un evento determinado para que el que se precisa de su actuación.