La Asociación Unificada de Guardias Civiles presentó una queja por la situación del depósito, donde el pasado martes resultaron heridos dos guardias civiles al caérseles encima varios fardos de hachís.
Después del accidente del pasado martes en el que resultaran heridos dos guardias civiles en el depósito donde la Benemérita almacena la droga decomisada, la Asociación Unificada de Guardias Civiles (AUGC) en Melilla informó ayer a El Faro de que hace dos meses presentaron una queja en la que denunciaban el “deficiente” estado de las instalaciones. La causa del accidente, tal y como publicó ayer El Faro, fue la caída de varios fardos de droga, cuyo peso ronda los 50 kilos, al ceder las estanterías donde están almacenados. Uno de los agentes sufrió una herida en la mano y el otro magulladuras que posiblemente le obliguen a estar de baja unos días.
La AUGC denunció no solamente que las estanterías estén fabricadas con un material que no pueda soportar el peso de la droga almacenada, las dimensiones del depósito también suponen un problema para el almacenamiento y para la salud de los agentes.
Por una parte, las dimensiones del habitáculo no superan los dos metros de ancho y los cuatro metros de largo. En este depósito, cabe recordar, se almacena la droga incautada hasta casi las tres toneladas antes de ser trasladada a la planta incineradora para su destrucción. El habitáculo tiene escasa o “ninguna” ventilación, como denunció AUGC, pues únicamente posee una pequeña ventana.
Esta situación también pone en riesgo la salud de los agentes que tienen que manipular la droga, pues dado el tiempo medio que el estupefaciente está allí produce “gases” que son perjudiciales para la salud.
Ello sería minimizado si, por otra parte, los guardias civiles contaran con una indumentaria acorde al trabajo que tienen que realizar. Actualmente, según denuncia AUGC, los guardias civiles que tienen que manipular la droga, en su mayor parte hachís, únicamente cuentan con una especie de delantal y una mascarilla. La mejora de los recursos materiales es una de las principales reivindicaciones de la asociación.
Materiales adecuados
Además, la AUGC ve necesario que se dote a los agentes de un traje adecuado para hacer este trabajo, como un mono similar al que utilizan los mecánicos. También los agentes a los que se les encarga el traslado de la droga a la planta incineradora deben cargar “al peso” los fardos. AUGC considera que, al menos, deberían contar con una carretilla para poder hacer los portes de los fardos, teniendo en cuenta el elevado peso que tiene cada uno, unos 50 kilos.
La asociación también reclama que este tipo de servicio tenga una consideración específica. Actualmente, los guardias civiles entran en el servicio normal y es el jefe de grupo el que les encomienda el traslado del estupefaciente sin previa antelación. La AUGC considera que este tipo de trabajo debería tener un tratamiento especial, similar al de “mozos de carga”, con su indumentaria y materiales específicos y adecuados para el trabajo que tienen que realizar. Además, los guardias civiles deberían contar con unos aseos en el mismo lugar del depósito de la droga para poder asearse tras manipular un estupefaciente cuyos “gases y aceites” son tóxicos.
Evaluación de Riesgos Laborales
Por ello, consideran que la Oficina de Prevención de Riesgos Laborales de la Comandancia de Melilla debería evaluar este tipo de servicio para que se adopten las medidas oportunas. Por el momento y según explica la asociación, el Consejo General de la Guardia Civil no ha respondido a la queja que presentaron hace dos meses relacionada con el estado “deficitario” del depósito de la droga incautada y de las condiciones en las que los guardias civiles realizan esta labor. Consideran que los agentes que hagan este servicio deben contar con una formación cualificada específica en manipulación de estupefacientes para minimizar los riesgos para la salud que supone.