Durante la celebración del acto de la Pascua Militar, presidida por su Majestad el Rey, la ministra de Defensa, Margarita Robles, realizará como en años anteriores un balance del año transcurrido y marcará las líneas de acción que se desarrollarán en el que comienza.
Seguramente volverá a recordar que el “principal valor y capacidad de las Fuerzas Armadas, son sus hombres y sus mujeres”, alabará las medidas aprobadas en el tema de la conciliación de la vida personal, familiar y profesional, asegurará que las Fuerzas Armadas cuentan con efectivos suficientes en cantidad y calidad y, como novedad, enumerará los múltiples programas de compra y mantenimiento de material que se acometerán con el aumento presupuestario del ministerio de Defensa.
Lamentablemente esto no es lo que perciben la mayoría de los hombres y mujeres que componen las Fuerzas Armadas, especialmente los componentes de la Escala de Tropa y Marinería, que ven que mientras se anuncian nuevas misiones en el extranjero, véase Eslovaquia, el personal activo va decreciendo.
El principal “valor” de las Fuerzas Armadas ve como este incremento en el trabajo que ocasiona la disminución del personal, al tener que realizar nuevos cometidos de despliegue y preparación en zonas de operaciones o tener que asumir las misiones de aquellos que utilizan las medidas de conciliación, no se compensan con unas justas retribuciones mensuales y con una compensación dineraria por el exceso de horas trabajadas.
A ello se debe sumar las rotundas negativas del ministerio de Defensa a unificar todas las escalas en una sola Ley de la Carrera Militar, eliminando la lacra de la temporalidad y el estancamiento en sus funciones de los militares de carrera de tropa y marinería, así como a actualizar la Ley Orgánica de Derechos y Deberes de los miembros de las Fuerzas Armadas, permitiendo elegir a los representantes del Consejo de Personal de las Fuerzas Armadas (Coperfas) mediante elecciones democráticas y autorizando a las asociaciones profesionales que puedan acceder a las unidades para informar a sus miembros.
La Asociación de Tropa y Marinería Española (ATME) no espera que el ministerio de Defensa, en esta nueva legislatura que acaba de empezar, anuncie ninguna medida de calado que favorezca a los hombres y mujeres que integran las Fuerzas Armadas, solo bonitas y vacías palabras como nos tienen acostumbrados.