El supermercado Atilano, ‘Ati’ como lo conocen los melillenses, cierra sus puertas. Los catorce trabajadores de este establecimiento enviaron ayer un comunicado a la prensa mostrando su malestar por esta decisión. Afirman que van a perder su trabajo por “la especulación urbanística, amparada por unos poderes públicos que no sabemos por qué siempre están más cerca del capital y del dinero que de los humildes empleados”.
Por su parte, la Consejería de Medio Ambiente informó en una nota de prensa que la clausura del local comercial Ati era por el “incumplimiento de la normativa de seguridad contra incendios, especialmente, en relación a la evacuación de los ocupantes”.
La historia
Los trabajadores del Ati subrayaron ayer que llevan años intentando echarles de este edificio, así como luchando en los juzgados para evitarlo.
Destacaron que ningún político ha tenido algo de corazón y humildad o delicadeza en pensar qué va a pasar con ellos y sus familias. “Para ellos pasaremos a ser cifras estadísticas del paro”, añadieron.
Se preguntan cómo van a pagar las facturas, de qué van a vivir y cómo van a dar de comer a sus hijos.
“La especulación urbanística en Melilla puede con todo y con todos. Hemos visto como el poder o la administración están del lado de los poderosos”, afirmaron.
Convocatoria vecinal
Por ello, han convocado a los vecinos el próximo lunes a las 9:30 horas en las puertas del ‘Ati’ para protestar por este cierre. “Si todos estamos juntos, al grito de no nos moverán, podremos conseguir frenar este desahucio económico”, afirmaron.
“Hoy nos ha tocado a nosotros, mañana a otros melillenses. Si quieren las ansias de dinero de los especuladores, con el apoyo de las autoridades”, añadieron.
Dos avisos
Por otro lado, la Consejería de Medio Ambiente indicó que varias denuncias del propietario del edificio llevaron a la Ciudad, sin otra opción, a realizar inspecciones para comprobar si el supermercado cumplía con las medidas de seguridad necesarias.
Destacó que hay cinco informes, dos de ellos privados, que coinciden en que se incumple la normativa de incendios.
Medio Ambiente apuntó que en 2014 ya se dictó una orden para que habilitara una segunda salida del local a un espacio seguro. En abril de 2016 se volvió a ordenar esta medida u otra que fuera compatible con esta legislación. “Trascurridos dos años de la primera orden y seis meses de la segunda, el local sigue en las mismas condiciones”, afirmó.
La Consejería resaltó que a esto se le suma que el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en una sentencia firme declaró que el edifico está en ruina. Medio Ambiente recordó que la Ciudad “se opuso” a esta declaración “en defensa de los intereses de los comercios afectados”. Por ello, lamentó que el TSJA fallara a favor de declarar ruina el edificio.
“En estas circunstancias el Gobierno no tiene otra opción que ordenar el cese de la actividad, mientras que no se den las condiciones legales señaladas”, apuntó.
Además, Medio Ambiente indicó que es “doloroso tener que la responsabilidad de hacer cumplir la legalidad, pero que eso garantiza la seguridad de todos”. Por último, la Consejería afirmó que “desea lo mejor” en el futuro a los trabajadores con los que se “solidariza en estos difíciles momentos”.
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