Categorías: Tribunales y Justicia

Atacado por la espalda, golpes, patadas y pisotones

El empresario facilitó al juez fotos de la agresión y una camisa con sangre y huellas de dos pisadas. La versión de los hechos que hace el empresario tiene pocos puntos de coincidencia con la declaración que el comandante de la Guardia Civil realizó el pasado 30 de abril en el juzgado tras haberse acogido a su derecho a no declarar el día del suceso, cuando fue conducido ante el juez tras pasar toda la noche detenido. El mando de la Benemérita tampoco solicitó que le examinara un médico forense ni quiso formular denuncia contra el empresario.
Éste, por el contrario, sí deseó declarar y presentar denuncia, primero ante la Policía y después en el Juzgado. Contó a los agentes que sobre las 2:00 horas de la madrugada del 24 de marzo, cuando se encontraba en la calle General Villalba, frente al supermercado Ati, fue atacado súbitamente por el detenido cuando se iba a introducir en su vehículo. Aseguró que no conocía al guardia civil de nada y que recibió golpes en la cara y patadas en el cuerpo. De hecho, adjuntó un parte médico donde destacaban, entre otras lesiones, tres puntos de sutura en el pómulo inferior derecho por un corte grueso. También mostró una camisa manchada de sangre y donde había estampadas dos pisadas, una en el hombro izquierdo y otra en el costado izquierdo.
El empresario también declaró que había conocido minutos antes a una mujer con la que habló y que posteriormente descubrió que se trataba de la ex cónyuge del guardia civil. Afirmó que ella medió en la agresión y que el comandante de la Benemérita acabó deponiendo su actitud e incluso le pidió disculpas. Poco después llegó una patrulla de la Guardia Civil.
Más tarde, cuando el atestado de la Policía llegó al juzgado, el empresario fue examinado por el médico forense. El facultativo le apreció numerosos hematomas en el cuerpo, un corte en la región orbitaria derecha de 3 centímetros con 3 puntos y en especial un hematoma que ocupaba toda el área orbitaria derecha, con edema e imposibilidad de abrir párpados. Debido a esas lesiones, el forense recomendó que siguiera un tratamiento oftalmológico para poder determinar el alcance de la agresión y las secuelas.
A continuación, el empresario declaró ante el juez. Reiteró que el comandante de la Guardia Civil le había atacado por la espalda cuando iba a entrar en su coche. Señaló que le había golpeado fuertemente con algo en el ojo, posiblemente con un zapato.
Tras el impacto, cayó al suelo inmediatamente y se hizo una bola para protegerse. En esa posición, aseguró que había recibido patadas y pisotones.
El empresario volvió a explicar que había sido la ex mujer del guardia civil quien los había separado y que éste se había disculpado por la agresión. El comandante le pidió que le perdonase porque se había equivocado. Al mismo tiempo, su ex esposa le pedía por favor que no denunciase a su compañero sentimental.
En ese momento apareció una patrulla de la Guardia Civil y que finalmente llamaron a la Policía Nacional porque el comandante se identificó como miembro de la Benemérita. Por su parte, el empresario avisó a un amigo suyo que es guardia civil para que lo recogiese.
Durante la declaración, el denunciante entregó al juez cinco fotografías de la agresión, la camisa con manchas de sangre y con huellas de dos pisadas.
Por su parte, el comandante se negó a declarar en la Comisaría tras permanecer toda la noche detenido. A las 9:00 horas fue asistido por un letrado de oficio. Antes, sobre las 3:35 horas, había comunicado su situación al teniente coronel de Ávila, donde estaba destinado.
Más tarde, fue conducido ante el juez, donde nuevamente se acogió a su derecho a no declarar.
El testimonio de la ex cónyuge del guardia civil ante la Policía Nacional no aportó datos adicionales. Manifestó que sobre las 2:00 horas había mantenido una discusión con el comandante. Dejó a su compañero sentimental y se encontró con el empresario. Habló con él unos  instantes y al poco tiempo, unos diez minutos después, apareció su ex cónyuge. A continuación manifestó a los agentes que “se encontró” con que los dos estaban peleando y que desconocía los motivos de la disputa.

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