La asociación ha organizado un curso en el PEC en el que se muestran a familias y profesionales facilitadores de la comunicación para niños con dificultades.
La comunicación es un derecho de todos y en esa línea llevan años trabajando desde la asociación Alanda en Melilla, dedicada a tratar a niños con problemas de comunicación en el contexto natural.
Mercedes Aranda y Antonio Gómez, trabajadores de esta asociación, impartieron ayer en el Palacio de Exposiciones y Congresos de la ciudad una conferencia sobre facilitadores de la comunicación, que se enmarca en el curso organizado por Aspanies-Feaps, que continúa hoy en el mismo recinto.
Los técnicos, que llevan años trabajando con niños que tienen dificultades a la hora de expresarse, explicaron a los asistentes cómo funcionan los facilitadores de la comunicación que se aplican con estos niños.
Entre estos instrumentos Gómez apuntó que los pictogramas son muy útiles a la hora de lograr incentivar a los pequeños comunicarse. En este sentido su compañera, Aranda, explicó que sus técnicas no sólo van dirigida a personas que tienen una discapacidad física que les impide hablar, sino también a aquéllas que aunque físicamente no tienen ningún problema, no tienen ningún interés por comunicar. “Es imprescindible darles una motivación, algo que les haga implicarse en el proceso de trasmisión y recepción de información”, dijo la técnico, que aseguró que los facilitadores son muy importantes para esta labor.
Así los pictogramas, los declarativos o el uso de etiquetas son algunos de los métodos que se pueden usar con este objetivo. Gómez señaló que en ocasiones, cuando se establece una relación comunicativa con estas personas, se abusa de las preguntas y que éstas pueden convertirse en un freno a la hora de continuar el proceso. Por esta razón optan por utilizar declarativos, es decir, indicar acciones concretas para despertar la atención de todos los agentes implicados.
Entre los sistemas de los que hablaron durante las más de tres horas de conferencia se refirieron al programa de estructuración ambiental (PEANA), un sistema que ellos utilizan en el trabajo con niños y que se basa en el uso de claves visuales que ayuden a los niños a dar estructuración tanto al entorno y del ambiente en el que se relacionan y viven.
El seminario, dijeron los ponentes, está dirigido tanto a profesionales en el tratamiento de este tipo de problemas como a las familias que cuentan con algún miembro que se enfrenta a estas dificultades. “Nuestro objetivo es que vean que los niños tienen que utilizar los facilitadores de la comunicación en todas las facetas de su vida, no sólo en el centro escolar”, destacó Aranda.
Así ambos técnicos transmitieron lo positivo que resulta en el avance de su trabajo que haya colaboración en equipo y que haya implicación por parte de todas las personas que forman parte del entorno de los niños.
Y es que el fin de este tipo de jornadas es que los chicos puedan mejorar sus relaciones con el entorno y que desarrollen unas competencias comunicativas lo más normales posibles.
En este sentido la técnico de la asociación Alanda insistió en que la mejora a la hora de expresarse influye en todos los ámbitos de la vida de estas personas. “Trabajar las habilidades comunicativas repercute directamente en otras áreas como la conducta, la calidad de vida o la posibilidad de tomar decisiones, la autodeterminación”, dijo.
Las jornadas continúan hoy y estarán dedicadas a un programa específico, el de Benson Schaeffer.