La crisis generada a consecuencia del coronavirus ha afectado de manera acuciante al sector de la hostelería en Melilla. Los establecimientos decidieron cerrar el 13 de marzo como medida de prevención ante la pandemia. El país entró en la tercera semana de confinamiento, con comercios cerrados los empresarios deben hacer frente a los compromisos de pago asumidos antes del cierre.
Chakib Mohamed, presidente de la Asociación de Empresarios de la Hostelería de Melilla, afirmó que urgen medidas y ayudas en el sector. “Si se hacen reales deben ser rápido, antes de que muera el sector”, dijo y agregó que necesitan urgentemente las ayudas.
Indican que desde el día de cierre no han facturado, poseen obligaciones de pago que estaban programadas, cargas e impuestos, sueldos, electricidad, alquileres de los establecimientos.
Los empresarios de la hostelería están haciendo uso de recursos propios para hacer frente a los compromisos de pago; mientras buscan financiación y ayudas por todos lados. Afirmó que los pagos obligados ya estaban establecidos y programados; “este mes hemos pagado una barbaridad con las cargas de Seguros Sociales porque todavía no hay ayuda material y física en la empresa”.
Explica que muchos han tenido que paralizar muchos pagos y les preocupa la situación de los empleados que, dice, se encuentran en una situación de desamparo porque muchos de los ERTE que habían solicitado no se habían resuelto hasta la mañana del jueves, las nóminas son de 13 días “con eso no llegan y tenemos un compromiso con ellos”, dijo.
De acuerdo con Mohamed, “la situación es crítica”. También expone la realidad de los trabajadores transfronterizos, quien según el presidente de la asociación, la información que tienen es “que no tienen derecho a nada”. Agregó que han elevado solicitudes a Delegación de Gobierno para que este colectivo sea incluido como “vulnerable” y haya una partida nacional para ayudarles, “porque han cotizado y han pagado”.
Sobre este tema indicó que enviaron una solicitud a Delegación del Gobierno explicándoles su situación, en la que detallaban que los empresarios habían pagado sus cotizaciones “y es injusto que este colectivo que es mínimo, comprado con un ERTE generalizado de todo el territorio nacional y que se le olvide”. Para Mohamed, estos trabajadores no se pueden olvidar porque “han hecho un gran trabajo a nuestra empresa y a nuestra ciudad para que se les olvide y desampare en otro país, con la imposibilidad, incluso, que Marruecos no los deja entrar”.
La decisión de cerrar el 13 de marzo los establecimientos fue como parte de las medidas de prevención y seguridad para evitar aglomeraciones de personas. “Esto ha afectado a medio comercio. Los canales de distribución se han paralizado casi el 100%; estos están en funcionamiento al 50% porque el otro 50% se dedica a trabajar al comestible y eso, bebidas, panaderías, etc., se reduce a 50% todo, es decir, hemos paralizado también un sector”, dijo el presidente de la Asociación de Empresarios de la Hostelería.
Las restricciones que implantó Marruecos con el cierre de la frontera, también afectaba al sector hostelería por las limitaciones de mercancías como es el pescado.
Propuestas sobre la mesa
Hace una semana la consejera de Hacienda, Empleo y Comercio, Dunia Almansouri, informaba de que se reuniría con los empresarios y el sector de la hostelería para escuchar sus planteamientos y exponer las medidas que barajan del Plan de Contingencia Económica.
Mohamed explicó que la reunión se realizó a través de una videoconferencia, en la que expusieron la situación del sector de la hostelería y pusieron sobre la mesa un paquete de medidas “lógicas” para hacer frente a la crisis. Comunicó que, en la reunión, desde el Gobierno también les plantearon una serie de medidas que “estamos esperando que se concreten y aprueben en pleno del Consejo de Gobierno que sería una partida presupuestaria de la Ciudad Autónoma, independientemente del Estado”.
Según indicó el presidente de la asociación, estas ayudas se harían en cuatro fases. Plantean “una ayuda a locales en cuestión de alquileres, luego después del cierre otro tipo de ayudas, más una partida de las mercancías que no pudimos salvar, porque el cierre fue inmediato”. Recuerda que programar un negocio durante un fin de semana conlleva organizar una gran cantidad de productos, elaborar y preparar que no se puede destinar a otro uso.
Cree que las medidas, si ponen en marcha, deben aplicarse rápidamente, “porque las soluciones pueden venir, pero si ya estamos muertos no nos servirán de nada”, dijo refiriéndose al sector de la hostelería.
Economía interna
El presidente de la Asociación de Empresarios de la Hostelería informó de que la seguridad social y las nóminas representan una gran parte del dinero que egresa mensualmente. En el sector, indica, entre el 30 y 35% de los gastos son de los trabajadores.
Solo del sector hostelería, el gremio “mueve” entre 2.500 y 3.000 personas en toda la ciudad como trabajadores directos, sin contar con otro gran número que indirectamente que se ven afectados por la paralización, a causa del coronavirus, de esta rama comercial.
Cada vez menos restaurantes están ofreciendo el servicio a domicilio
En medio de la crisis del coronavirus, hay restaurantes que ofrecen comida a domicilio que se mantienen abiertos en Melilla; aunque ha disminuido el número de comercios. Chakib Mohamed, presidente de la Asociación de Empresarios de la Hostelería de la ciudad, informó de que los comercios que se mantienen abiertos para este servicio tenían una clientela fija y su negocio se dedica el 70% a este ramo.
Dentro del sector de hostelería el colectivo que se dedica a esta actividad, de comidas a domicilio, ronda el 20% y dentro de ese porcentaje muchos decidieron no abrir. En la actualidad, un aproximado de 10 establecimientos están brindando este servicio.
Afectaciones
Las limitaciones de horario al comercio local con un decreto hecho por la Ciudad Autónoma, así como el cambio de hora, han afectado este ramo. Hasta las 22:00 horas se podían recibir pedidos y hasta una hora después, como máximo se podía hacer la entrega. “Con el cambio de hora, que a las 21:00 horas, todavía es de día, se limita mucho”, explicó, pues la mayor parte de las solicitudes de comida a domicilio se realizan por la noche.
No obstante, quienes se mantienen abiertos ofrecen su servicio sobre todo, a quienes están trabajando en horario nocturno, como por ejemplo las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, sanitarios, personal del hospital, Protección Civil y quienes laboran por las noches, sobre todo durante la crisis sanitaria del coronavirus.
Las restricciones horarias y el cambio de hora han llevado a que algunos de los comercios que prestaban este servicio decidieran no continuar por los momentos, y quienes continúan, muchos lo hacen por “dar el servicio a esa clientela, pero no por beneficio ni nada”, dijo.
Quienes siguen trabajando y repartiendo los pedidos han tomado todas las medidas de prevención para evitar contagios, siguiendo las recomendaciones sanitarias.
Mascarillas y guantes son parte de los equipos de protección que emplean los repartidores. “Esto por la seguridad del personal y por la de los ciudadanos confinados” para cuidar la salud de todos.
Con las restricciones cada vez son menos los restaurantes en la ciudad que se mantienen ofreciendo el servicio.