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Así es la vida en el CETI de Melilla

El Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes acoge a entre 1.500 y 2.200 personas l Hay un caso de una mujer que lleva un año y medio y no sabe cuándo se irá.

La vida en el Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes de Melilla, que acoge entre 1.500 y 2.200 personas, según las fuentes, es “desesperante” para algunos inmigrantes y “mejor que el Gurugú” para otros. Todos los residentes en el CETI, independientemente de su nacionalidad, quieren lo mismo: Marcharse a la península.
En el CETI rigen tres horarios que casi todos respetan a rajatabla. Son los del comedor. El desayuno comienza a las 7:45 horas, la comida a las 12:45 y la cena a las 19:45 horas. Los inmigrantes del centro ya están hechos a la idea de que cada vez que van al comedor les espera una hora de cola.
Entre comida y comida, muchos subsaharianos, según lo que cuenta de ellos el colectivo sirio, eligen dormir a pierna suelta después de pasar la noche bailando o bebiendo alcohol en el interior o los alrededores del centro.
Basta con asomarse al cauce del Río de Oro para apreciar cómo el chabolismo y el alcoholismo campan a sus anchas en esta zona.
Entre cola y cola del comedor, los inmigrantes sirios optan por sentarse en alfombras con techos improvisados de quita y pon junto al campo de golf. Ahí se preparan té con hierbabuena que combinan con berenjenas asadas.
Mientras tanto, algunos subsaharianos prefieren buscarse un dinerillo limpiando coches en las calles del centro, el jardín del Tesorillo, Cuatro Caminos o la zona del Paseo Marítimo.
Así matan las horas, pasan los días, las semanas y los meses. La mayoría sueña con salir de Melilla y continuar viaje hacia otros países de la Unión Europea. España es sólo la puerta de entrada a un mundo que ellos esperan que sea mejor que el que dejan atrás.
Comparando las fotografías de esta página con otras del interior del CETI a las que ha tenido acceso El Faro, hay que reconocer que las instalaciones están ahora más limpias que hace tres meses. En mayo pasado, cuando el centro alcanzó las 2.400 personas, la basura y los charcos daban una idea de insalubridad preocupante, teniendo en cuenta el gran número de niños que vive con sus padres en el CETI.
Nadie puede decir a ciencia cierta cuál es el tiempo máximo que un inmigrante debe pasar en el Centro de Estancia Temporal de Melilla. Hay una joven subsahariana que lleva un año y medio y que no puede marcharse porque no le dejan llevarse a una niña , que ella asegura que es hija de un familiar.
Los sirios llevan entre tres y seis meses a la espera de la salida. Para esta semana anuncian una protesta en la Plaza de España.

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