A partir del día 1 de julio, los consumidores españoles verán una rebaja del IVA que se estaba aplicando al aceite de oliva y que se sitúa en el 0%. Se trata de una rebaja de unos 50 céntimos por litro, que, aunque pueda considerarse mínima viene a mejorar el coste que abonan los consumidores desde que se produjo la subida de precios de este producto.
Además, según las previsiones, en los próximos meses, después del verano, la mejora de las cosechas conllevará también una bajada importante del precio del aceite de oliva.
Sin duda alguna, ambas medidas contribuirán a una mejora de la economía de las familias españolas.
Desde el primer momento, en la Asociación Española de Consumidores (Asescon) asegura que han sido conscientes de la situación que por múltiples factores ha llevado a la subida de precios en la alimentación. Así, no han querido "hacer demagogia fácil señalando que se estaba engañando a los consumidores". "De hecho, lamentamos que incluso una parte del Gobierno de España haya señalado este tipo de afirmaciones con una visión simplista del problema", añade.
En lo que respecta al resto de productos de la alimentación sí que reclaman, una vez más, la necesidad de la bajada del IVA de carnes y pescados con el fin de ayudar a las familias y a los empresarios de este sector.
Además, esa rebaja conllevaría no sólo una mejora económica para los consumidores sino que vendría a contribuir a una alimentación más equilibrada que en muchas situaciones no se puede realizar por los altos costes que conllevaría.
Cabe recordar que histórica y culturalmente el aceite de oliva ha sido un producto muy ligado al área del Mediterráneo. De hecho, tan solo un tres por ciento de la producción mundial se obtiene actualmente fuera del área mediterránea. España produce casi la mitad del aceite de oliva de todo el mundo, seguida por Italia y Grecia. Estos tres países acaparan las tres cuartas partes de la producción mundial.