La Ciudad Autónoma invertirá cerca de tres millones en construir un cinturón verde

Dos millones novecientos mil euros. Ésta será la cifra que invertirá la Ciudad Autónoma en hacer un lavado de cara a Melilla a través de la reforma paisajística en dos puntos emblemáticos de la ciudad. “En los últimos días hemos leído muchos comentarios negativos en redes sociales y en algunas plataformas críticas sobre la falta de arbolado. En este sentido quiero destacar que el programa del Partido Popular, y, en concreto, el presidente Imbroda se comprometió en esta campaña electoral a plantar en la Ciudad Autónoma de Melilla cerca de dos mil árboles”, especificó el consejero de Medio Ambiente y Naturaleza, José Ronda.

En la actualidad, el Gobierno está trabajando para que este compromiso sea una realidad. Incluso, intentarán ir más allá y superar el número de árboles. “Nuestro reto es poner en todas las alineaciones de aceras todas las especies que se puedan. Vamos a construir un cinturón verde en la ciudad desde el sur hasta el norte, lo que revertirá en un cambio significativo de la imagen de Melilla”.

La Ciudad dedicará dos millones de euros para la rehabilitación de la calle Margallo que se dividirá en dos fases. La primera estará finalizada en el mes de enero. En la calle Margallo están previstas dos zonas. La primera contempla el cruce de la calle Margallo con Padre Lerchundi. En esa parte se creará una pequeña isleta, en la cual se plantarán varios árboles. Por otra parte, en la plaza Martínez Campos se instalará una plazoleta con un jardín vertical, en el que también habrá una arboleda.

“Como este proyecto era anterior a la entrada en el gobierno del PP, lo hemos revisado y hemos decidido incluir en la calle Margallo, aproximadamente, 89 árboles en la alineación de la calle Magdalena. Hay algunas aceras en las que no podremos plantar nada por ser muy estrechas o, en otros casos, por las dimensiones de los edificios”, explicó Ronda. Las seis especies arbóreas que se proyectan sembrar son una combinación de árboles en forma piramidal y otros de forma redondeada de bajo porte, que son las más indicadas para Melilla al evitar molestias en las construcciones de las calles.

En estos momentos, las obras de la calle Margallo están en su primera fase. En esta vía se pretende plantar una combinación de árboles de forma piramidal y redondeada, especies que son muy propias para Melilla, ya que no se expanden durante su crecimiento. Actualmente, la Ciudad Autónoma está a la espera de conocer la disponibilidad de los viveros nacionales para decidir los árboles que se sembrarán. Mientras que los viveros no se pronuncien sobre las clases que tienen y los que no, desde la Ciudad Autónoma irán plantando alcornoques.

Por otro lado, La Consejería de Medio Ambiente y Naturaleza, junto con los técnicos están finalizando el proyecto de ornamentación y adecuación paisajística del parque Lobera cuyo presupuesto rondará los novecientos mil euros. Con la redacción de este trabajo se rediseñarán las zonas ajardinadas, se plantarán nuevas especies, se mejorará el sistema de riego y se repararán las fuentes con la posibilidad de crear un nuevo estanque en la zona norte del parque. Esta obra incluye la renovación de mobiliario urbano y la reparación de elementos arquitectónicos. La finalidad de los técnicos es implantar árboles de gran tamaño, sobre tres ó cuatro metros, lo que supone un trabajo complicado. De ahí que la rehabilitación paisajística comience con ejemplares más pequeños para que vayan agarrando bien el terreno.

Respecto al parque Lobera, el consejero no perdió la oportunidad de criticar al anterior gobierno, subrayando que “esta zona se ha dejado a su suerte. En 2019, el gobierno del PP fue el que inició las obras, pero han tenido que pasar cuatro años para solucionar este tema. Pero bueno lo pasado, pasado está y se tendrán que pedir las responsabilidades oportunas en su momento. Ahora estamos trabajando para que toda Melilla pueda volver a disfrutar de un parque casi centenario”. No hay que olvidar que este espacio verde se inauguró en 1927 y es uno de los pulmones verdes de la ciudad junto con el Parque Forestal.

Sobre la caída de árboles en Lobera, Ronda explicó que alrededor de ciento setenta y cinco árboles se han roto en este parque en los últimos cuatro años. “Hay zonas que están completamente diáfanas. Ahora, por ejemplo, se ve perfectamente el muro que linda con el Parador cuando antes era una parte frondosa. De hecho no se veía parte del Parador. Hoy en día a medida que bajas ves zonas desérticas donde antes había vegetación”.

El consejero insiste en que probablemente se produzca alguna caída más, debido a que el anclaje de los árboles está muy deteriorado. “Los técnicos comentan que efectivamente cuando llegue un temporal más de un árbol podría caerse y la verdad es que es una pena. Pero estamos intentando por todos los medios rehabilitar este emblemático espacio. Se han tenido que cortar muchos pinos debido a su situación topográfica con la presencia de grandes desniveles del terreno. Los cortes en las raíces, provocadas por las obras, han desembocado en la pérdida de sujeción de los árboles y, consecuencia de ello, muchas caídas. Además, muchos árboles por su inclinación natural buscan la luz del sol y provoca que, en un momento determinado, se desplomen”, añadió Ronda.

Todavía no existe fecha para el inicio de esta obra, ya que su proyecto está en marcha, pero desde la Ciudad Autónoma confían en que comience lo antes posible. Lo que sí se sabe es que una vez finalizado, la imagen de la Ciudad Autónoma de Melilla sufrirá un cambio radical del paisaje con más árboles y zonas verdes. Además, se tomarán precauciones extras para evitar la caída de los árboles. Melilla dispondrá de un cinturón verde, que abarcará desde la calle Alfonso XIII hasta la calle México.