Arrancan las obras de reparación de la piscina municipal de Melilla para un periodo de cinco meses

Las obras para reparar las obras que se hicieron en 2019 en la piscina municipal arrancan este miércoles con la visita de expertos venidos de la península para ver cómo poner a punto el lugar, ha informado el consejero de Infraestructuras, Urbanismo y Deporte, Rachid Bussian. La idea es que esté lista en un plazo de entre cuatro y cinco meses y su coste oscilará entre los 270.000 euros y 470.000 de presupuesto dependiendo de los desperfectos, ha dicho.

Acerca de los problemas que ha venido acarreando la piscina, ha señalado que, prácticamente, desde que asumió las competencias de la Consejería, los técnicos de las tres áreas que dirige le fueron informando de los problemas que estaban dando las instalaciones "día tras día". Es por ello, ha argumentado, que decidieron cerrarla aprovechando que llegó la pandemia "por causas de fuerza mayor".

Bussian quiso recordar las palabras del consejero de Deporte anterior del Partido Popular, Antonio Miranda, en las que alertó de que no debía abrirse la piscina por los importantes desperfectos que había y que habiéndose anunciado una reforma integral, solo se trató la aclimatación. "Casi dos millones de euros de fondos europeos que veremos si el próximo año la Unión Europea no toca la puerta de la Consejería y nos demande parte del dinero invertido", ha apuntado Bussian. Ha explicado que esta situación puede darse porque el área tiene que enviar unos parámetros indicadores exponiendo que existe una mejora de la eficiencia energética, finalidad de las obras subvencionadas. "Algo que no hemos podido conseguir porque la piscina municipal se ha encontrado cerrada", aún así, ha recalcado que la Consejería "no se ha quedado de brazos cruzados" y ha intentado hacer reparaciones puntuales, tratando estas con la empresa adjudicataria (Cobra), que dijo que no era responsable de los desperfectos.

También ha hecho hincapié en que esta inauguración de 2019 tenía "un claro carácter electoral", pues aunque los técnicos advirtieron de los importantes desperfectos que impedían que la piscina estuviese operativa para un pleno rendimiento, se abrió al público el mismo mes que había elecciones autonómicas. Estos meses atrás han tenido que reparar los podiums, los fondos de cada una de las piscinas y los bordes perimetrales porque los niños sufrían cortes en las yemas de los dedos, ha asegurado.

Tragsa será ahora la encargada de arreglar esta situación y lo primero va a hacer una medición de estos. A medida que avancen las reparaciones, las irán certificando, ha dicho Bussian. "Hemos hecho un esfuerzo muy importante desde el punto de vista presupuestario", ha dicho, ya que la Administración ha tenido que recurrir al colegio La Salle para ofrecer el servicio de piscina.

Ahora el desafío está en las tuberías de canalización de todo el suministro de agua y de la regulación de la temperatura. "Aquí colocaron unos tubos que no deberían estar", ha dicho y esta actuación es la que se lleva la mayor parte de la partida presupuestaria. Así pues, se van a sustituir las tuberías, los aislamientos, las válvulas y piezas especiales, los conductos, los intercambiadores, han tenido que sustituir también las baldosas de los vestuarios porque los usuarios se quejaban de que se resbalaban y van a ampliar el espacio para la sede de la federación.

Informe pericial

Bussian ha explicado, ante las críticas del PP, que han pedido el informe pericial en cuanto la empresa de la obra anterior se negó a seguir con las reparaciones. Ha señalado que un informe neutral del que disponen apunta a la empresa adjudicataria como responsable de los desperfectos de la piscina y de no llevar a cabo la mayoría de las actuaciones para la mejorar de la eficiencia energética de la ciudad.