El responsable del área en Delegación asegura que ya se ha limpiado la zona.
Tras la denuncia realizada ayer por el viceconsejero de Medio Ambiente, Guillermo Merino, quien alertaba sobre la situación de “insalubridad” del cauce del río de Oro, el responsable del área de Fomento en la Delegación del Gobierno, Juan Pedro Arana, aseguró que se trata de “una alarma innecesaria”. Precisamente porque “hace 15 y 20 días que la zona se limpió”.
Así, Arana dijo sentirse sorprendido por las declaraciones del viceconsejero pues, si bien es cierto, que la Delegación recibió una carta de la Consejería de Medio Ambiente informando de la situación del río de Oro, “no es cuestión de ponerse a responder la carta sino de actuar”. Y eso es justamente lo que hicieron. Según explicó el director provincial de Fomento, “se puso en contacto a la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir con la Ciudad Autónoma para limpiar la zona”.
Por su parte, Merino alertaba que, tras unas obras efectuadas por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG) en la parte del río comprendida entre el puente de Triana y la desembocadura habían provocado la formación de varias balsas de agua que fruto del “abandono” de la Delegación era un foco de “insalubridad” para los ciudadanos al propagarse toda serie de reptiles e insectos.
Una alarma social totalmente “innecesaria”, dijo Arana, pues la zona se ha limpiado correctamente y retirado parte de la arena en la desembocadura que había provocado “un taponamiento”.
En este sentido, el director provincial dijo sentirse “sorprendido” por las declaraciones de Merino pues únicamente responden a una situación de “desinformación por su parte” con el que ha pretendido “alarmar más de la cuenta”. Por ello, reiteró que tanto la Confederación Hidrográfica como el área de Medio Ambiente de la Delegación del Gobierno “están muy pendientes” de la situación del río de Oro, su ribera y su cauce. En este caso, “lo único que hemos hecho ha sido agilizar el proceso para que la CHG actúe en el lugar”, siempre en colaboración con la Consejería de Medio Ambiente de la Ciudad Autónoma.
El pasado martes, fue el viceconsejero quien aseguraba que los vecinos de la zona del río de Oro se quejaban frecuentemente de la proliferación de “insectos transmisores de enfermedades” y alertaba que de no actuar inmediatamente sería la propia Consejería la que tomaría cartas en el asunto incluso enfrentándose a una posible sanción “por intromisión en las competencias de la Delegación del Gobierno”.