Aplicar las reglas de origen en Melilla, la posibilidad para reexportar al resto de la UE sin pagar aranceles

El socio director de EY en Andalucía, Extremadura, Ceuta y Melilla, Alberto García, ha abogado este viernes, en una conferencia en la plaza de toros sobre las reglas de origen durante el primer día de la I Feria Empresarial de Melilla organizada por la Consejería de Hacienda, Empleo y Comercio, Proyecto Melilla SA (Promesa) y Gestlabor -que tuvo su prólogo el jueves, en el hotel Tryp Melilla Puerto, con una jornada sobre Melilla como destino de inversión-, por aplicarlas en la ciudad autónoma para que los operadores locales puedan importar materias primas de países como China, transformarlas en la ciudad y reexportarlas al resto de la Unión Europea (UE) sin tener que pagar ningún arancel, que es del 10 por ciento por norma general desde el país asiático.

Para ello, sin embargo, es necesario que tenga, en palabras del experto, “una transformación suficiente” o, lo que es lo mismo, “un proceso de fabricación en nuestro territorio”.

En palabras de García, pueden ser “desde conservas a paraguas, sombreros, productos textiles, artículos de cuero, zapatos y otros tantos”, siempre en función de lo que dice el Reglamento 82/2001, de la UE, que estipula que esas mercancías, cuando conllevan un cambio de partida estadística (también conocida como código Taric) respecto de aquella que previamente se importó, podrán dar lugar a la transformación suficiente y, por tanto, la obtención del origen en Melilla.

En este sentido, y dado que en la ciudad no hay prácticamente sector primario ni secundario, cuyo valor bruto añadido es “muy escaso”, esta sería una buena forma de “incentivarlo o mejorarlo”, ha opinado el director regional de EY.

García considera esta posibilidad especialmente interesante porque, tal como ha explicado, “después de la explosión de la globalización que se ha producido, el covid ha traído un nuevo fenómeno que denominamos glocalización, es decir, la unión de la palabra globalización y localización, de modo que las grandes empresas están tendiendo a tener sus centros productivos más cerca de su lugar de establecimiento, porque ello supone tener menos posibilidades de encontrarse con rotura de stocks”.

Así, “Melilla puede ver ahí una oportunidad de servir como establecimiento fabril para producir mercancías, fundamentalmente a todo el continente europeo si sabe aprovechar, entre otras, las ventajas de las reglas de origen”, ha concluido el experto en declaraciones previas a El Faro.