La Policía Local recomendó ayer a la Consejería de Fomento suspender la demolición porque había unas 250 personas delante de esta vivienda y otras 50 en la terraza con “ánimos exaltados”.
“Es totalmente falso que haya ningún acuerdo de todos los grupos político para la no ejecución de la sentencia”. De esta forma informó ayer la Consejería de Fomento de que se aplazaba el derribo de la casa número 12 de la calle Vista Hermosa propiedad de Hassan Amar. A través de una nota de prensa, la Ciudad destacó que Policía Local recomendó ayer no llevar a cabo esta demolición, exigida por una sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) a la Ciudad, debido a la presencia de unas 250 personas en la inmediaciones de esta casa. De esta manera, se paralizó de forma provisional el derribo de este inmueble que tendría que haber comenzado ayer a las 10:00 horas. Fomento apunta que aplaza la ejecución de esta sentencia judicial “para evitar males mayores”.
Los cuatro grupos políticos que forman parte de la Asamblea de Melilla se reunieron a las 9:15 horas de ayer en la Consejería de Fomento para abordar este caso y así analizar de forma detenida la orden de demolición de esta casa emitida por el TSJA.
La Consejería de Fomento afirmó, en este comunicado, que no hubo ningún acuerdo entre los grupos parlamentarios para que esta sentencia dictada por este tribunal no se lleve a cabo. Aclara la Ciudad que si se hubiera pactado esto entre los partidos políticos que tienen representación en la Asamblea “sería constitutivo de delito”.
La Consejería explica que cuando se iba a proceder a dar cumplimento de la sentencia del TSJA, la Policía Local advirtió de la presencia de unas 250 personas delante de la vivienda número 12 de la calle Vista Hermosa, además de varios coches “cerrando la calle” y otros 50 ciudadanos en el interior de esta casa, en concreto, en la terraza. Teniendo en cuenta esta situación, la Policía Local aconsejó a la Consejería que aplazase la ejecución de este derribo. De esta forma, afirma que “se podrían haber producido graves consecuencias ante los ánimos exaltados de los presentes”, si se hubiera procedido a la demolición de este inmueble.
Con el informe de la Policía Local, la Consejería tomó la decisión de aplazar la ejecución de la sentencia “para evitar males mayores”. También especifica que “se preparará el dispositivo apropiado para cuando se realice la demolición”.
En cuanto a cuándo se podría volver a intentar realizar la demolición de la casa de la calle Vista Hermosa, este área de la Ciudad asevera que “fijará la fecha próximamente”.
Obligados a cumplir
“Todos estamos obligados a cumplir con las decisiones judiciales y el no acatarlas es motivo de delito”, asevera la Consejería de Fomento. Señala que “estemos o no de acuerdo” con las sentencias judiciales, se debe cumplir con lo impuesto por la Justicia.
En este sentido, la Ciudad recrimina a la oposición que haya animado a desobedecer la orden del TSJA de derrumbar la casa de Hassan Amar y denuncia “la irresponsabilidad” de los grupos políticos de la oposición por llamar a la “insubordinación” ante la decisión de este tribunal.
La Ciudad apunta que todos estos hechos se pondrán en conocimiento del TSJA “pues son los que han motivado la imposibilidad de cumplir la orden judicial”.
Ayuda al afectado
La Consejería de Fomento recordó en este comunicado que fue la Asamblea de Melilla en mayo de 1999 “por unanimidad del pleno” la que acordó la demolición de esta casa debido a las denuncias de los vecinos de la zona. Estos melillenses aseguraban que sus viviendas se inundaban porque el domicilio de Hassan Amar impedía que se evacuase todo lo que se acumula en la zona trasera de estos inmuebles debido a la lluvia.
La Ciudad destaca que “lamenta” la situación que se ha creado, pero que “es totalmente ajena a ésta”. “Únicamente la Consejería de Fomento, de manera obligada, se limita a cumplir una sentencia judicial firme”.
No obstante, reitera su disposición a facilitar a la familia una vivienda. Además, apunta que los afectados tienen la posibilidad de acudir a los tribunales de Justicia para “hacer lo que más convenga a sus intereses”.