Antonio Bravo es historiador y cronista oficial de Melilla. Conversar con él supone una constante fuente de aprendizaje. Detentar el honor de ser cronista oficial de una ciudad milenaria y culturalmente rica como Melilla no es tarea fácil, pero Bravo logra profundizar en las raíces de este territorio y que aprendamos mucho más acerca del maravilloso entorno en el que vivimos.
–Melilla tiene muchos prismas, pero si tuviese que destacar algo de esta ciudad, ¿Cuál sería?
–Es una ciudad norteafricana, por lo tanto tiene una singularidad geográfica que le ha otorgado una personalidad diferente a otras ciudades de su envergadura o tamaño.
–¿Por qué existe esa sensación de lejanía respecto a Melilla y no ocurre lo mismo con comunidades como Canarias?
–Está relacionado en lo que pensamos de Melilla. España desde el siglo XVI se convirtió en un imperio alrededor del mundo. Se podía ser español y ser mexicano hablando,filipino o que. Todo formaba parte de España porque era diversa, era esa población. Con los siglos perdió y, poco a poco, ha ido cercenando las últimas pérdidas.
–La convivencia entre diferentes culturas, religiones a mí me parece algo maravilloso y enriquecedor, ¿Qué opina?
–Precisamente, ésta es consecuencia de ser una ciudad de frontera, no sé, si fuésemos de Valladolid o de Medina de Rioseco no tendríamos esa diversidad. La frontera a veces genera problemas y a lo largo de los siglos, desde el punto de vista de un historiador, se puede entender como una fuente de conflicto, pero también como una fuente de entendimiento. Lo que ocurre es que la historia siempre es más proclive a recoger los conflictos, que los entendimientos, los momentos de paz y los periodos en los que hay un acuerdo y no existen problemas, no tienen trascendencia mediática. En los libros de historia no siempre se recogen los momentos en los que no hay guerra, en los que hay colaboración con el comercio, en los que las personas se entienden sin llegar a las armas. Esos periodos son más difíciles de estudiar.
– A lo largo de los años, Melilla ¿ha sido conquistada alguna vez?
–Melilla es una ciudad milenaria. Estamos hablando de una ciudad que fue fenicia, después fue cartaginesa, púnica, romana. Posteriormente, fue una ciudad musulmana con el nombre ya de Melilla, no Rusadir. Desde 1497 es una fortificación que ininterrupidamente llega hasta nuestros días como ciudad española en ese imperio del que antes hablaba. También ha habido momentos de conflicto, de asedio, incluso de no tener ningún tipo de relación con el país vecino y otros periodos en los que sí ha habido relaciones. Ha habido comercio, entendimiento, convivencia. Actualmente, podemos hablar de coexistencia.
–¿Cómo definiría a Melilla?
–Melilla es un laboratorio, en el que los que somos de aquí hemos entablado amistad con nuestros vecinos, las personas que residen en el mismo lugar que yo y que pueden sentir melillas de la misma forma que yo la siento, aunque pueden pertenecer a varias culturas, a varias religiones. Pueden tener opciones que son distintas y eso enriquece cuando el objetivo de todos los que vivimos aquí sea el entendimiento, buscar aquello que nos une. Pero creo que Melilla tiene esa ventaja. Llevamo un adelanto tremendo con respecto a lo que ha popidido sucederv en otros sitios de España, pero no sé si siempre hemos sabido capaces de explicar eso a los medios.
–¿Cómo valora la relación actual entre Melilla y Marruecos?
–Melilla, España y Marruecos están condenados a entenderse. Melilla forma parte de España y por lo tanto debe entrar en la política exterior de España que es la que debe en todo caso decidir, imponer o conseguir de Marruecos porque Melilla no tiene capacidad, lógicamente para enttablar relaciones directas con Marruecos.
–¿Qué significa estretáegicamente Melilla para España?
–Antiguamente sí tenía más valor estratégico porque vieron que era un punto muy importante en el mediterréaneo porque existía una piratería otomana, argelina durante el siglo XV y principios del XVI. entonces, sí existía miedo a una reinvasión otomana de España. Hoy nos parece una película lejana, pero fue la realidad en ese momento. hoy en día, la estrategia se lleva a cabo desde un búnker, seguramente bajo tierra. Hoy en día, Melilla tiene una función histórica y no se puede dilapidar la historia de un país, limitando la idea de lo que es el país. No podemos pensar que España es sólo la península, o que todos tenemos que hablar de la misma manera porque estamos limitando las riquezas, las diversidades de Melilla. La diversidad es aprender a respetarse y a convivir porque una España, limitada es una España pobre. España con Melilla es más heterógena, más diversa, más rica.
–¿Es Melilla una gran desconocida?
–Hay que dejar de vivir con esa imagen negativa y hacer que nuestra ciudad sea cada día mejor. No pensar en lo que digan los demás, sino en arreglar los problemas que realmente soportamos.
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