El individuo reconoció los hechos ante la magistrada titular del Juzgado de lo Penal 2
Un individuo ha sido condenado a un año de prisión por ser el autor criminalmente responsable de un delito contra la salud pública. Así lo reconoció él mismo ante la magistrada titular del Juzgado del Penal número 2 de Melilla. El procesado fue sorprendido cuando trataba de embarcar a un buque, en la estación portuaria de la ciudad, con diez pastillas de hachís que llevaba ocultas y adosadas a sus muslos.
La Fiscalía de Melilla recoge en su escrito de acusación que los hechos tuvieron lugar 24 de marzo de 2016, sobre las 23:00 horas.
Cazado en el registro
El procesado intentó subir con la droga en el barco que se dirigía a Málaga. Sin embargo, los agentes le descubrieron el hachís oculto en el registro de pasajeros que hay previo al embarque. Según los datos del Ministerio Público, el encausado trató de trasladar a la península 1.000 gramos de la sustancia estupefaciente, con una pureza del 27%.
Droga por valor de 1.587 euros
La droga incautada tenía un valor en el mercado de 1.587 euros. La fiscal concluye en su escrito que el propósito del procesado era la venta o distribución del hachís a terceras personas.
En el juicio, celebrado hace una semana, el letrado de la defensa llegó a un acuerdo con el Ministerio Público, lo que implica necesariamente el reconocimiento de los hechos por parte de la persona procesada. De este modo, la fiscal accedió a rebajar la pena que inicialmente reclamaba para el acusado por su disposición a colaborar con la Administración de Justicia.
Así, bajó la pena solicitada, que en un principio era de dos años de prisión, más una multa de 2.000 euros. Finalmente, pidió para el procesado por un delito contra la salud pública una condena de un año de cárcel, así como una sanción económica de 1.600 euros.
Además, la fiscal no se opuso a que al encausado se le suspendiera el ingreso en prisión. Esta concesión es posible cuando la persona procesada se enfrenta a una pena que no supera los dos años de cárcel, en los casos en los que carece de antecedentes penales de la misma naturaleza delictiva.
Como el encausado cumplía estas dos condiciones, podrá librarse de ir a la cárcel.
Suspensión por dos años
No obstante, la responsable titular del juzgado avisó al encausado en la misma sala que no podrá volver delinquir durante un periodo de dos años. De lo contrario, se le revocaría la suspensión del ingreso en prisión y sí tendría que cumplir el año de cárcel por este delito contra la salud pública, además de la pena que se impusiera por el siguiente delito.
Tras escuchar los términos de la condena solicitada por la Fiscalía, el procesado se mostró completamente de acuerdo con los mismos. Según dijo, comprendía perfectamente la pena que se le iba a imponer y estaba conforme con ella.
Acto seguido, la magistrada titular del Juzgado de lo Penal número 2 de Melilla pronunció el dictado de una sentencia condenatoria.