La jornada de ayer, en el ámbito local, informativamente hablando, fue densa, tremendamente densa; no
sólo por la cantidad de noticias importantes que se produjeron, entre ellas la visita del máximo responsable de economía del PP, Cristóbal Montoro, sino porque en alguna de ellas el nerviosismo y los ánimos exacerbados parecían que iban a desembocar en situaciones, quizá difíciles de controlar. A primera hora de la mañana, en la presentación de un curso de Promesa del que se van a beneficiar
130 melillenses al recibir una beca de 600 euros, el presidente de la Ciudad fue increpado por uno de los asistentes, que al final fue acallado por el resto de personas presentes en la sala.
Posteriormente, en la concentración convocada por CpM, los ánimos todavía fueron en aumento hasta desembocar en una petición del líder de la oposición, Mustafa Aberchán, de calma y disolución de la manifestación ante el cariz que estaban tomando las cosas.
Y no, esto no es carnaval, aunque ayer comenzara la edición de este año.
Es sólo una carrera por la Presidencia de la Ciudad Autónoma que, si no se comienza a poner freno puede acabar en muchas lamentaciones.
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