Amnistía Internacional hacía ayer público su informe sobre la situación del mundo en el año 2017. El director en España de esta organización, Esteban Beltrán, lamentó que sigan registrándose “devoluciones en caliente” en la frontera de Melilla con Marruecos a pesar de que nuestro país ha sido condenado por ello por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos.
En concreto, en este documento recoge que Estrasburgo sostuvo en su sentencia que la devolución inmediata a Marruecos de migrantes subsaharianos que intentaban acceder al territorio español por Melilla en 2014 constituía una expulsión colectiva de ciudadanos extranjeros. Aunque en este punto hay que precisar que el Gobierno central ya ha recurrido esta resolución y ha sido aceptada por parte del tribunal, pero sin entrar a valorar la petición.
Marruecos
Por otro lado, Amnistía Internacional subraya que, en Marruecos, las fuerzas de seguridad continuaron en 2017 interviniendo en las “devolución sumaria” de migrantes y solicitantes de asilo desde Melilla y Ceuta. Asimismo, lamenta que “continúen utilizando una fuerza excesiva o innecesaria contra estas personas”.
También señala que los tribunales marroquíes han encarcelado a migrantes por entrada, estancia o salida ilegal de su territorio, “algunos de los cuales habían solicitado regularizar su situación”. Es más, indica que hay casos en los que se juzgó a estas personas sin que tuvieran acceso a un abogado.
Además, informa de que Marruecos no aprobó una ley sobre asilo, pero mantuvo su política de permitir a las personas refugiadas el acceso a derechos y servicios básicos, como la educación. Las autoridades expedían a estas personas registradas en Acnur documentos que las protegían de la devolución (‘refoulement’) a otros países donde estuvieran en riesgo.
Refugiados
Otros aspectos relacionados con España y la inmigración que se recogen en este informe de Amnistía Internacional tienen que ver con la acogida de solicitantes de asilo.
La organización afirma que nuestro país ha incumplido su compromiso de reubicar a 15.888 solicitantes de asilo en aplicación del programa de reubicación de emergencia de la Unión Europea. Destaca que al final del año había reubicado a 1.328, 592 de nacionalidad siria.
Tampoco cumplió su compromiso de reasentar a 1.449 personas refugiadas de Oriente Medio y del norte de África, pues a fecha de 31 de diciembre habían sido reasentadas 1.360, todas de nacionalidad siria, excepto una que era palestina, añade.
De enero a diciembre se presentaron 25.853 solicitudes de asilo, y al concluir octubre seguían pendientes 34.655. “Quienes solicitaban asilo seguían recibiendo con retraso la decisión sobre su solicitud. En muchos casos, el plazo durante el que estas personas tenían derecho a recibir apoyo del Gobierno mientras aguardaban la respuesta a su solicitud expiraba mucho antes de que se hubiera tomado la decisión”, explica la organización en el informe.
Además, según Frontex, la agencia de la UE para la gestión de las fronteras, hasta septiembre hubo 21.663 entradas irregulares por la ruta del Mediterráneo occidental, más del doble que en el mismo periodo de 2016.
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