Una amiga de Karla Pérez, la mujer que presuntamente fue asesinada por su expareja en La Hípica en Melilla hace dos años, aseguró hoy en el juicio que le pidió que no viniera a Melilla porque creía que podía ser “una encerrona”, según informó Efe.
El tribunal de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Oviedo que juzga a un hombre acusado de matar a su expareja estrangulándola, Abdelwahid A., lo explusó de la sesión de hoy de la vista oral mientras testificaba su hermano después de que el juez le exigiera silencio en varias ocasiones. Abdelwahid A. solicitó de forma reiterada un traductor para su hermano porque “no se enteraba de nada”. Aunque fue denegado por el juez porque consideró que comprendía y se expresaba perfectamente.
Testigos del acusado
Durante la sesión de comparecieron, además del hermano del acusado, su cuñada y su sobrina, aunque entraron en contradicciones, según resaltó el fiscal.
El testigo señaló que su hermano le llamó a primera hora de la mañana del día de los hechos para contarle que había discutido con su expareja y que, tras agarrarla del cuello para que no gritase, se había mareado. Le recomendó que llamase a la Policía. Esto fue refrendado por la cuñada del acusado, aunque indicó que desconocía con exactitud la conversación.
Tanto ellos como su hija indicaron que Abdelwahid A. tenía problemas con las drogas y que le habían echado de casa por su comportamiento violento.
Testigos de la víctima
Por otro lado, también declararon dos de los amigos de la víctima que definieron al acusado como una persona violenta y controladora. Una de ellas aseguró que Karla Pérez le envió fotos con la cara hinchada y llena de moretones. Cuando la acompañó al hospital para pedir un parte de lesiones, Abdelwahid A. las abordó y trató de evitar la denuncia.
Asimismo, recordó que le pidió a la víctima en repetidas ocasiones que no viniese a Melilla para ver a su expareja porque era “una encerrona”. De hecho, Karla Pérez le dejó el número de su hermano “por si pasaba algo”.
Otro testigo dijo que en una ocasión el acusado tiró el móvil de la víctima por la ventana para que no hablase con nadie más.
Hermano y Guardia Civil
El hermano de Karla Pérez aseveró que hubiera impedido que ella viniera a Melilla si hubiera sabido de ese viaje. Resaltó que el acusado le había amenazado a él y a su esposa con enviarle su cuerpo en trozos a sus padres “para que sepan lo que es perder a un hijo”.
Todos los testigos de la víctima coincidieron en aseverar que a raíz de esta relación la mujer se había distanciado de su círculo de amistades y familiar.
Por otro lado, los agentes de la Guardia Civil que acudieron al lugar de los hechos y que participaron en la investigación del caso negaron que la zona en la que se encontró el cadáver fuese un lugar transitado, ya que está ubicado en un descampado con poca iluminación y situado en un extremo de la playa.
Además, subrayaron que el único establecimiento cercano es un chiringuito que está situado a 300 metros del lugar de los hechos. Todos ellos descartaron que hubiese restos de barbacoas o acampadas en la zona a pesar de que el acusado lo afirmó en su interrogatorio el viernes pasado.