Un joven fue condenado ayer a un año de prisión tras haberse reconocido culpable de haber amenazado con una navaja al dueño de un coche cuyo espejo retrovisor había roto.
Este juicio, celebrado en la sala de vistas del Juzgado de lo Penal número 1 de Melilla, comenzó sin la comparecencia del acusado. La Ley de Enjuiciamiento Criminal permite que las vistas se desarrollen sin la presencia del inculpado cuando la pena solicitada por el Ministerio Fiscal sea inferior a los dos años de prisión. De esta forma, el proceso se inició con la declaración del propietario del vehículo dañado y víctima de las amenazas.
Discusión con la novia
El suceso ocurrió la madrugada del 11 de febrero del año pasado en Minas del Rif. El denunciante, de iniciales S. G., afirmó que fue su esposa quien le avisó de que se estaba produciendo un altercado en la calle, protagonizado por el acusado y la pareja de éste, quienes estaban discutiendo.
El dueño del coche salió a la calle y observó que uno de los retrovisores de su vehículo estaba roto, y que lo mismo le había ocurrido al de otro automóvil aparcado a continuación. El testigo dedujo que el acusado dañó los coches tras haber discutido con la novia. Así, llamó a la Policía Nacional, cuyos agentes se desplazaron al lugar y tomaron los datos del sospechoso.
Dos días después, el denunciante y su mujer se encontraban en el Rastro y se toparon con el supuesto autor de los daños a su vehículo. De acuerdo con este testigo, el acusado los “amenazó con una navaja” por haberlo denunciado. “Os voy a matar”, aseguró que les dijo en ese momento.
“Él pasa a diario por delante de mi casa, siempre con una navaja”, aseguró el perjudicado por las amenazas y los daños a su coche.
El abogado de la defensa preguntó a este testigo por el momento de la fractura del retrovisor. “Ellos (el acusado y su pareja) se estaban peleando y por eso él rompió el retrovisor”, dijo, suponiendo que el individuo se había “desahogado” descargado su ira sobre su coche. “Arrancó el espejo con la mano”, subrayó.
Mujer del denunciante
Después testificó la mujer del denunciante, quien afirmó que sobre las 4:00 horas de la madrugada en la que ocurrió el suceso escuchó desde su casa (viven en un bajo) la discusión que el inculpado y su novia mantenían en la calle. “Él estaba muy agresivo”, señaló. Al pensar que él iba a agredir a la mujer, efectuó una llamada al 112.
Esta testigo considera que el joven, “para no agredir a su novia, se ensañó con los coches”.
La cónyuge del denunciante confirmó que, dos días después, el individuo amenazó a su marido en el Rastro. “Le dijo que se iba a enterar, que por qué había puesto la denuncia”, evocó la mujer, y subrayó la frase “os voy a matar”.
Esta declaración fue interrumpida brevemente al comparecer en la sala el acusado. Así, el juez permitió a su abogado salir para convencer a su cliente de que se declarase culpable para que la fiscal aceptase reclamar una pena más benévola.
Conformidad
Finalmente, la defensa y la acusación pública alcanzaron una conformidad. El resultado de este acuerdo fue una condena a un año de cárcel por el delito de amenazas, a lo que se añadió una multa de seis meses a seis euros diarios (1.080 euros). La misma sanción se le impuso por los daños causados al retrovisor del coche.
Aparte, deberá resarcir al propietario del automóvil con 442,10 euros, que es el precio de los desperfectos causados.
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