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Más de 60% de los alumnos de la Escuela de Hostelería encuentra trabajo

La Escuela de Hostelería ha ampliado el plazo para matricularse en los dos cursos que tiene abiertos ahora hasta el viernes. Los interesados en entrar en esta institución y formarse en cocina o bien en servicio en restaurante tienen aún un par de días para presentar su solicitud. La mejor carta de presentación de esta entidad es su alto nivel de inserción laboral. El responsable de la escuela, Esteban Baraja, aseguró que es de más del 60%, lo que destacó que gran parte de las personas que acuden a dicho centro es porque conocen a un familiar o amigo que está trabajando desde que hizo uno de sus cursos.

Baraja destacó que el número de inscripciones en los dos proyectos de formación van a buen ritmo, pero en lugar de cortar la entrega de solicitudes ayer martes se ha optado por esperar a que termine la semana. Indicó que siempre hay más demanda del curso de cocina por aquello de que se ha puesto de moda gracias a los muchos programas de televisión que hay relacionados con este tema.

De hecho, indicó que se ha notado mucho que hay más inscripciones por esos programas y que, incluso, llegan los candidatos al curso a la entrevista personal que se le hace y quiere mostrar fotos o vídeos de una comida, por ejemplo, que hizo para algún evento familiar o de amigos.

El alumno

Baraja subrayó que solo tienen tres requisitos para escoger a sus alumnos: deben tener más de 16 años, estar en paro y residir en Melilla. Indicó que no hay más condiciones. De hecho, aseveró que hay estudiantes que entran sin saber freír un huevo y es que, como remarcó el propio responsable del centro, entran en una escuela donde van a aprender a cocinar desde el nivel más bajo.

Asimismo, no se pide ningún nivel educativo mínimo, aunque es cierto, añadió Baraja, que cuando toca hacer una selección de los alumnos por el elevado número de inscripciones se fijan en si tienen más o menos estudios.

Aunque otro factor que tienen en cuenta es la ilusión por entrar en el curso con el objetivo de encontrar un trabajo cuando finalicen la formación. Subrayó que hay personas que se apuntan para aprender a cocinar por afición, pero la realidad es que quieren que sus estudiantes encuentren empleo al finalizar y, por lo tanto, que ya tengan esta motivación.

El responsable de la Escuela de Hostelería remarcó que, aunque la mayor parte de los alumnos son jóvenes de entre 18 y 20, algunos con estudios y otros no, también está abierto a personas más mayores que estén desempleadas y que crean que se pueden reenganchar al mercado laboral.

Inserción laboral

Barajas también apuntó que el porcentaje de inserción laboral de la escuela es superior al 60%, una cifra elevada si se tiene en cuenta que se trata de jóvenes, en su mayoría, y que ese colectivo es uno de los más azotados por el paro. Además, insistió en que muchos de los chicos acaban contratados donde hacen las prácticas.

Al margen de esta cuestión, la Escuela de Hostelería de Melilla contará este año con una cocina nueva gracias a la inversión de Proyecto Melilla SA. Baraja indicó que aún no se puede entrar en esta cocina porque se aprovecha el tramo de parón entre cursos para hacer reformas y mejoras tanto en la zona de fogones como en el restaurante.

Precisamente, en ese espacio, es donde los melillenses pueden ver el trabajo de los alumnos y degustar los platos de los estudiantes de cocina. De hecho, el responsable de la escuela aseguró que el momento más bonito para ellos es cuando ven el restaurante lleno de ciudadanos y se agotan las reservas durante las semanas que ofrecen degustaciones. Indicó que también es el momento de más trabajo para ellos y que el horario de los chicos se intensifica. Sin embargo, es la mejor forma de poner en práctica todo lo aprendido con público real como si estuvieran en un restaurante.

Baraja aseguró que siempre que se anuncia la convocatoria de un nuevo curso recibe correos electrónicos y mensajes de melillenses que preguntan si ya pueden hacer sus reservas en el restaurante. Aseveró que aún es pronto porque esos días no llegarán hasta finales de marzo, así que aún habrá que esperar un poco más para poder ir a degustar y disfrutar de la Escuela de Hostelería.

El 75% de las horas del curso es para las prácticas y el resto, teoría

A cortar cebollas se aprende cortando cebollas y a deshuesar un pollo, haciendo esto una y otra vez. Las clases de la Escuela de Hostelería son, sobre todo, prácticas. El responsable de esta entidad, Esteban Baraja, aseguró que el objetivo de este centro es formar a los alumnos en lo que van a encontrar cuando les contraten.

Por ello, indicó que el 75% de las clases son prácticas. Aseguró que es uno de los puntos fuertes que tiene este centro porque cualquier persona puede encontrar información en Internet hoy en día de cómo hacer un pescado a la sal y servirlo, pero es haciendo ese plato como mejor se aprende.

Las clases, que empiezan el 25 de este mes, comenzarán con la fase teórica. Aprovechan el inicio de curso para dar esas lecciones en las que sí que hay estar en un aula normal con pizarra electrónica y apuntes. En esta etapa se reciben clases de empresa o de Inglés, eso sí, adaptado a la hostelería.

Una vez que los alumnos ya tienen las primeras lecciones aprendidas se comienza a bajar al restaurante y a la cocina.

El responsable de la escuela destacó que se dividen en grupos y van pasando por todos los puestos que podrían ocupar en un restaurante o bar. Irán de uno a otro para ver cómo se trabaja y qué funciones pueden tener. Conforme van pasando las semana se aumenta el nivel de dificultad de cada clase.

Luego llega un día en el que el restaurante de la Escuela de Hostelería abre sus puertas y los alumnos pueden practicar con público real en lugar de con sus compañeros de clase. Baraja aseguró que hay algunos con tantos nervios que se les olvida hasta dónde está su mano derecha, pero la experiencia les sirve para no llegar a cero a las prácticas. Cuando cierra el restaurante, los alumnos salen al mundo de la hostelería real y comienzan un periodo de trabajo en bares y restaurantes de Melilla. El responsable de esta escuela asegura que muchos son contratados tras este periodo.

Inscripciones

Hasta el viernes

La Escuela de Hostelería ha alargado el plazo de matriculaciones para los cursos de cocina y de servicio en restaurante hasta el viernes. Los requisitos son: tener más de 16 años, estar en desempleo y ser residente en Melilla.

Documentos

Y lugar de entrega

Los interesados en inscribirse en la escuela tienen que aportar el DNI o NIE, la tarjeta de demanda de empleo y el certificado de estudios, aunque no hay un requisito mínimo para el nivel de formación. Se entrega en la sede de Promesa.

Proyecto

De Promesa

Estos cursos son un proyecto cofinanciado por la Ciudad y la UE a través del Fondo Social Europeo dentro del programa operativo de Melilla 2014-2020 bajo el lema ‘Invertimos en el futuro’. Imparte la Fundación Hispano Árabe de la Dieta Mediterránea.

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