Alta participación en la igualá de la Cofradía del Nazareno

La Real Cofradía y Hermandad Franciscana de Nuestro Padre Jesús Nazareno y María Santísima de los Dolores llevó a cabo este viernes su tradicional igualá con una alta participación. Más de 75 melillenses acudieron a ser medidos en la plaza de toros para portar los pasos con las imágenes de la Cofradía durante la próxima Semana Santa.

La igualá, tal y como explicó a este diario Víctor Ramos, capataz de los costaleros de la Hermandad, consiste en medir la altura de la séptima vértebra de la columna, ya que es sobre esta donde se carga el peso de los pasos. La longitud de esta vértebra, que es la más pronunciada de toda la espalda, es diferente en cada persona a pesar de que tengan la misma altura, por eso es muy importante realizar este proceso.

Una vez se haya medido a todos los costaleros, se forman las diferentes cuadrillas que tendrá cada paso por la altura de esta vértebra. A continuación, se van distribuyendo en las distintas trabajaderas, que son los palos horizontales que hay debajo de cada paso para llevarlos. Mínimo en cada una de ellas, debe haber cinco costaleros.

Este procedimiento es bastante complicado, según comentó a El Faro el capataz, ya que hay que realizarlo un poco "a ojo". "Yo coloco a los cinco en una fila en horizontal y les voy mirando la vértebra uno a uno y sacando la altura. Simplemente hay que tener un poco de ojo clínico", aclaró Ramos.

En este sentido, señaló que no hay ningún inconveniente si hay una pequeña variación de altura entre las personas de una misma trabajadera, ya que estas llevan lo que se llama una morcilla, que es donde cae el peso del paso. "Tu puedes jugar un poco con eso. Las trabajaderas son rectas, pero las puedes abatir a la altura que tu quieras. Lo idóneo y lo que se hace en la península donde se sacan pasos a costal es tener cuadrillas de diferente altura, pero nosotros por ahora no podemos hacerlo", destacó.

La altura perfecta del costalero

En cuanto a la altura perfecta para poder ser costalero, Víctor Ramos subrayó que lo mejor es que sean costaleros bajitos. La explicación es muy sencilla. La altura existente entre el epicentro de la cadera de cada persona con el suelo al ser más corta, hace que estas se balanceen más. Un efecto que aporta que el movimiento del paso se vea más elegante. Por este motivo, dijo, las cuadrillas que portan los pasos de las vírgenes suelen ser personas más bajitas. 

La Hermandad del Nazareno, que presume de poseer las imágenes más antiguas de toda la ciudad, cuenta con costaleros que portan a sus sagrados titulares año tras año. Además, cada Semana Santa suelen incorporarse algunas personas nuevas. En la actualidad, el paso de La Sentencia lleva a unas 50 personas, el de la Virgen de las Lágrimas algo más de 46 personas y el de la Virgen de la Soledad unas 30.

Cabe recordar que la Virgen de las Lágrimas solía realizar su estación de penitencia sobre un trono aunque desde el año pasado este se transformó en un paso típico sevillano, siendo su primera salida procesional de este modo.

Uno de los puntos que quiso resaltar el capataz es que ningún costalero sobra nunca. Todas las personas que deseen llevar a las imágenes de la Hermandad del Nazareno son bienvenidas. "Nosotros buscamos todos los años mejorar. Es decir, para nosotros es idóneo que los tres pasos lleven dos cuadrillas que se hagan relevos". remarcó. De esta manera, suelen contar con una cuadrilla para la ida y otra para la vuelta para cada uno de sus pasos.

Sin casa hermandad a pesar de la promesas

Ante la llegada de nuevos costaleros, se hace necesario ensayar lo máximo posible. Unos ensayos que se encuentran muchas veces con dificultades, ya que la Cofradía no cuenta con una casa hermandad propia y se halla en la plaza de toros.

A pesar que desde la Hermandad llevan años reclamando a los distintos gobiernos que han pasado por la Ciudad Autónoma ayudas para la construcción de una casa hermandad, Víctor Ramos reprocha que ya van más de 20 años de promesas incumplidas por parte de todos los colores políticos. El capataz junto a los demás miembros del Nazareno esperan que algún día esta casa hermandad prometida se haga realidad. 

"Todos los presidentes del Gobierno de la Ciudad nos han prometido siempre que nos iban a hacer una casa hermandad, pero llevamos ya 23 años y creo que nunca va a llegar", recalcó. Una situación que considera poco comprensible, ya que tal y como destacó anteriormente, la Cofradía del Nazareno tiene las imágenes más antiguas de la ciudad.