Alonso Díaz es secretario general de UGT Melilla desde 2009. Dejará su cargo en unos días, con motivo del congreso regional que el sindicato celebrará el 8 de abril, en el que se elegirá a su sucesor al frente de la organización.
Afirma que han sido años complicados, en plena crisis económica y de recortes. “Una época muy difícil”, de ahí que se sienta “orgulloso” de cómo se ha trabajado desde UGT, según explica en una entrevista concedida a El Faro. “Nos han despojado de todas las armas para defender a los trabajadores y se las han entregado a los empresarios. Hemos sido un fortín para resistir los ataques”, asevera Díaz.
Define esta etapa como “muy sacrificada, nada brillante mediáticamente”, en la que problemas “sangrantes” se sucedían a diario, a consecuencia de la “eliminación de derechos”. “Ha sido mérito del Gobierno”, apunta, “parece que era su aspiración, haber destruido el empleo de calidad”. Es uno de sus principales temores: la proliferación de los contratos basura y la falta de perspectiva de futuro en materia de empleo.Sucesión
Afronta su marcha “con tranquilidad” e “ilusión”, “haciendo las cosas razonablemente bien, como siempre hemos intentado hacer”. No parece preocupado por las manos en que dejará la Secretaría general. “El sindicato ha evolucionado y hay cantera, hay compañeros dispuestos a asumir responsabilidades”.
Sin embargo, prefiere no entrar a debatir acerca de quién será elegido su sucesor. Sea hombre o mujer, dice que tendrá “experiencia”, será “solvente” y “válido para desempeñar estas funciones”. En cualquier caso, no abandona por completo la UGT, sino el primer plano mediático.
Ha estado 32 años trabajando en el sindicalismo, ocupando distintos puestos de responsabilidad en la UGT (secretario de organización, secretario de la Federación de Servicios Públicos, presidente de la Junta de Personal del Ayuntamiento...), y piensa seguir aportando lo que de él requiera la futura dirección.Balance
Uno de los logros de los que Díaz se muestra más satisfecho es el de haber mantenido la organización “cohesionada, unida, luchando por los mismos motivos, sin discrepancias”. “Sin dar una imagen de división” de cara a los medios de comunicación, aunque haya habido debate interno.
Prefiere no significar ningún conflicto por encima de otro, de entre todos con los que ha tenido que lidiar en estos años. “Todos han sido importantes, hemos pasado huelgas generales...”. No obstante, rememora un par de situaciones concretas: los despidos en 2014 de varios empleados de la empresa malagueña Catering Perea y las movilizaciones que realizaron para que a los vigilantes de seguridad del CETI se les abonasen sus sueldos.Diálogo social
Entre las gestiones que no han podido llegar a buen fin, Alonso Díaz se refiere a la ausencia de diálogo social. “He intentado que lo hubiera con el Gobierno local, pero ha sido infructuoso. No quieren dialogar con sindicatos ni empresarios ni llegar a acuerdos. Se sirven y bastan ellos solos, pero el paro está ahí: no hay ofertas de empleo público y las expectativas de trabajo son nulas”.
Respecto a la relación con el otro sindicato mayoritario, CCOO, Alonso Díaz, explica que no ha tenido mucho trato. “No hay contacto directo. Se perdió la relación fluida que había con la anterior junta”.
Para el futuro de Melilla considera necesario “combatir” la economía sumergida, para reducirla al menos, ya que eliminarla le parece “muy difícil”. La economía sumergida es un problema de todo el país, afirma, pero agravado en Melilla “por la situación geográfica”, por ser ciudad fronteriza. Díaz considera “lamentable” que los empresarios se aprovechen de esta circunstancia.
Y para el futuro de España, Alonso Díaz reclama “que se constituya ya el Gobierno”. Cree que hay “una mayoría de cambio” que debe ponerse de acuerdo para gobernar.