Mohamed Hamed Al-lal “Aloisio” tiene muy claro que su futuro seguirá ligado al deporte rey, como así viene sucediendo desde que con 15 años tomó la decisión de salir de casa para jugar al fútbol en el Goyu Ryu de Ceuta. Desde entonces no ha parado de formarse, primero como futbolista y después como entrenador. Con el título de Magisterio en el bolsillo pudo haberse dedicado a preparar oposiciones y trabajar en el ámbito de la enseñanza, pero su amor por el mundo de la pelota no tiene límites y espera que al igual que en su etapa de jugador, los banquillos le den la oportunidad de triunfar.
Aloisio valoró para El Faro lo que ha sido la temporada del representante melillense en la Tercera División, además de contestar sin reparo a todas las cuestiones que se le preguntó.
-¿Qué valoración haría de la temporada recién acabada?
-En primer lugar 'chapeau' para todos los chicos. Comenzamos a mediados de julio este camino de la pretemporada con objetivos claramente definidos: salvación de la categoría, acabamos a 9 puntos del descenso, y sin haber pasado grandes apuros, exceptuando los tres partidos de finales de noviembre y principio de diciembre, que nos privó de engancharnos a los puestos de arriba. Es cierto que fuera de casa pudimos conseguir mejor bagaje de puntos, pero no fue así por distintas razones. Y en casa, desde el partido que jugamos el 8 de diciembre ante el Huétor Tájar, hemos estado cinco meses sin perder hasta el último partido en el que nos enfrentamos al CD El Palo (6 de mayo).
Ha habido una media de siete u ocho jugadores sub 23, en ocasiones hasta nueve futbolistas en el once inicial, y la verdad es que estoy muy contento con el rendimiento de todos ellos.
Tenía muy claro que debíamos tener nuestra identidad, siempre fuimos fieles independientemente de la entidad o el campo del rival. Y la clave ha estado en que nos hemos guiado y basado durante el campeonato en el sentido común.
-¿Lo mejor y lo peor del campeonato bajo su punto de vista?
-Lo mejor de la temporada, sin duda, el haber trabajado con un grupo de chicos que son todos de Melilla. Eran niños y ahora son hombres. Se dieron situaciones complicadas que no se manifiestan en un club profesional, pero las solventamos como tales. Y lo peor, a nivel deportivo, no haber dispuesto de los chicos del División de Honor, que entrenaron mucho durante el campeonato, aunque sin poder disputar partidos oficiales. Y lo peor a nivel no deportivo ha sido el haberme sentido muy solo a lo largo de esta temporada.
-El equipo fue creciendo con el paso de las jornadas ¿Cree que llegó a tocar techo o tenía aún margen de mejora?
-El equipo fue creciendo muchísimo y más aún, a partir de la segunda vuelta, en los partidos disputados fuera de casa. Por supuesto que todo tiene margen de mejora, pero palabras tan importantes como estabilidad y trabajo en equipo son fundamentales en todos los aspectos de la vida, en relaciones de pareja, empresas, etc...Y en el fútbol tiene una trascendencia muy grande. Nunca se llegó a tocar techo, el fútbol es una constante mejora, me hubiera gustado disponer de todos los jugadores cada día, ya sea con los chicos que entrenaban arriba o los que trabajaban, pero entendía la situación y el primer equipo es el principal, no obstante estoy agradecido a todos por la ayuda prestada.
-¿Con la experiencia que tiene acumulada a sus espaldas cómo valora la vivida esta temporada en el Grupo IX de Tercera División?
-Es un orgullo y un privilegio haber sido entrenador del River Melilla, es uno de los equipos de nuestra ciudad a pesar de las dificultades. Obviamente hay muchas diferencias y dificultades que no encontramos o que no se manifiestan en un equipo profesional, sobre todo nosotros que hemos vivido y vivimos de esta profesión.
-¿Cuáles son los pros y los contras a la hora de dirigir a un equipo amateur?
-Hay muchos pros y contras, pero soy una persona que intenta dignificar la profesión a la que me dedico. Son más de 23 años viviendo y sintiendo esto de manera profesional, desde los15 años que me fui de mi tierra. Por decir alguna cosa de esta temporada, tenemos el sentimiento que estamos invirtiendo y no gastando. Todos los chicos son de la casa, no han recibido, no hemos recibido ni un solo céntimo hasta la fecha y solo han descansado un día a la semana. Había que convencerlos cada día que entrenábamos, a esforzarse, a correr, aún viniendo de trabajar, de que este es el camino para ser profesional, para ganar partidos, para ser persona, para ser equipo, etc...
-Buena parte de la afición melillense cree que Vd tenía que haber sido el entrenador elegido cuando la UD Melilla cesó a Uribe y antes del fichaje de Manolo Herrero también se ha pronunciado ¿Su futuro seguirá ligado a algún club de la ciudad?
-Agradezco ese apoyo desde el corazón, ojalá algún día pueda devolvérselo con hechos. En estos momentos no tengo nada, la UD Melilla ha firmado a su entrenador, al cual le deseo toda la suerte y respeto por mi parte. La UD Melilla es el club de nuestra ciudad y está por encima de todos. Soy un profesional e iré donde confíen en mí y quieran contratarme. No quiero irme tampoco muy lejos -al extranjero- porque mi padre aún está así así, pero debo buscarme mi pedacito de pan como dice mi madre, porque vivo de esto.
-¿Si la UD Melilla le hubiera llamado para hacerse cargo del equipo, hubiera dudado en aceptar?
-No, ni un solo instante.
-A pesar de su juventud usted tiene una amplia experiencia como jugador y entrenador tanto a nivel nacional como internacional ¿Se considera preparado para llevar las riendas de un club de Segunda División B, le temblaría el pulso?
-Ante todo me considero una persona que respeta a todas las personas y compañeros de profesión por muy mal que lleguen a comportarse. En el mundo del fútbol, quienes nos dedicamos a esta profesión desde muy joven, sabemos que no tiene ninguna base sólida estas afirmaciones. Si no me sintiera capacitado y preparado, ya hubiera opositado como docente y hubiese abandonado esta profesión. Escogí ser entrenador de fútbol como forma de vida. Y en cuanto a si me temblaría el pulso, los que me conocen saben que no es necesario responder.
-Ha trabajado con gente joven esta temporada ¿Cree que hay mimbres en la cantera melillense para jugar en el primer equipo?¿Algunos de los jugadores que ha dirigido este año tiene cabida en la UD Melilla?
-El eslabón más importante para que la cantera tenga sentido es el entrenador del primer equipo. La cantera es el mayor patrimonio de los clubes de fútbol profesionales sin lugar a dudas. Bajo mi experiencia de todos estos años y humilde opinión, sí hay jugadores para que tengan su protagonismo en el primer equipo, vuelvo a reiterar bajo mi humilde opinión. Yo los veo entrenar y competir todos los días. Hay chicos con unos registros muy completos. Del mismo modo es tan respetable que otros entrenadores no apuesten, y es válida también esa fórmula. Jorge Valdano decía: “A veces para poner en valor la cantera es mejor ser pobre que ser rico. La necesidad a veces hace la virtud”.
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