La Autoridad Portuaria ya ha iniciado conversaciones con el Ministerio de Sanidad.
La puesta en marcha de una autopista marítima entre los puertos de Melilla, Cartagena y Sète (cuya aprobación definitiva depende de la Unión Europea), supondrá un notable espaldarazo para el enclave de la ciudad autónoma, aunque también exigirá ciertas mejoras estructurales
En este sentido, el director de la Autoridad Portuaria de Melilla, José Luis Almazán, señaló a la revista sectorial Puertos y Navieras, que se han iniciado conversaciones con el Ministerio de Sanidad con el objetivo de mejorar el Puesto de Inspección Fronterizo (PIF) que existe en Melilla, pues se prevé que la nueva ruta marítima conllevará un aumento del tráfico de mercancías, muchas de las cuales proceden de Marruecos.
Almazán subrayó que a día de hoy ya existen instalaciones para cubrir las actuales necesidades de la ciudad autónoma en este terreno, pero se han iniciado conversaciones con Madrid para su mejora.
Además, reseñó que al existir ya unas infraestructuras, no haría falta demasiada inversión económica para optimizarlas.
Por otro lado, aseguró que Melilla está preparada para acoger esta autopista marítima, aunque habrá que limar algunos aspectos, como que el embarque de pasajeros desde todos los muelles sea mediante pasarela, un problema que la Autoridad Portuaria de Melilla ya está resolviendo.