Minimizar la dependencia económica de Melilla es uno de los objetivos del Plan Estratégico 2020-2029. La consejera de Hacienda, Empleo y Comercio, Dunia Almansouri, explica a El Faro que con este plan buscan ir hacia una Melilla sostenible económicamente.
Persiguen que la ciudad sea más independiente y no dependa “tanto” de los ingresos del Estado, “de no tener que estar constantemente llorándole al Estado para recibir transferencias o presupuestos para cuestiones específicas”, dijo.
Con el Plan Estratégico de Melilla 2020-2029 plantean cambiar el modelo económico y social para la ciudad. Esto significaría, dice, un cambio de paradigma sobre todo en el régimen fiscal y jurídico de la ciudad y busca “ganar esa base recaudatoria que nos permita tener esa independencia, del Estado, de Fondos Europeos, etcétera, etcétera”.
Melilla recibe constantemente recursos del Estado y se ha convertido en su sostén. La garantía del IPSI ronda unos 80 millones de euros del total del presupuesto de la Ciudad, más otras partidas que llegan por el convenio para menores, del agua y del carburante, a lo que hay que sumar todo el dinero que invierte el Estado de forma directa a través de las direcciones provinciales. “Tenemos una alta dependencia del Estado no solo por las transferencias, sino que la mayor parte de la población activa de Melilla, en torno a un 40 por ciento, son funcionarios públicos”, dijo mientras acota que el resto de la población trabaja para darles servicios.
Con el Plan Estratégico 2020-2029 quieren cambiar el modelo actual por un sistema económico y productivo “lo suficientemente amplio” para diversificar el tipo de puestos de trabajo y que la ciudad tenga la capacidad de absorber a los jóvenes melillenses, explica Almansouri, manteniendo el capital humano.
La titular de Hacienda señala que “no es bueno” que Melilla sea siempre nombrada como una de las regiones más pobres de Europa, “como una de las ciudades más subvencionadas por el Estado. Yo creo que eso no debe enorgullecernos”, por lo que apuesta porque la ciudad pueda ser sostenible y capaz de crear riquezas y que el presupuesto de la Ciudad cada vez, gracias los ingresos que se creen localmente, permitan desarrollar las políticas con más autonomía.
El Plan Estratégico de Melilla se diseña con miras a 10 años, y contempla medidas tanto a corto como medio plazo, pero a juicio de Almansouri este documento no debe morir en 2029.
Defiende que, como se ha hecho en otras ciudades, en una década este plan se debe reformular, saber los objetivos que se han conseguido y cuál es el paso siguiente que se quiere dar.
Por eso cree importante lograr el consenso local. El grupo de trabajo de Planificación Estratégica aprobó por unanimidad, este miércoles, el plan en el que han trabajado durante los últimos dos años.
El Plan Estratégico de Melilla nace de un análisis de la situación de la ciudad, en el que se entrevistó a melillenses, se trabajó con distintas entidades y se escuchó a la ciudadanía y a especialistas en el tema de planificación estratégica.
Almansouri indica en este trabajo “toda la sociedad melillense se puede sentir representada de una manera u otra” y explica que el Gobierno local asume las orientaciones estratégicas.
Y señala que quizá “como partido político, tal vez hubieras tomado otras decisiones, pero al final nuestra responsabilidad nos lleva a asumir lo que nos ha dicho el pueblo de Melilla” a través de la participación de más de 1000 personas.
Melilla es una ciudad española en el norte de África con Marruecos como vecino. Esta particularidad también se abordó en el Plan Estratégico.
De acuerdo con Almansouri, Melilla debe ser una ciudad “que mire hacia todos los sitios. Tenemos todo un continente al que podemos dar servicios, al que podemos dar formación, al que podemos dar servicios médicos de calidad. Podemos exportar materia que se elabore en Melilla”, dijo.
Y cree que para la ciudad sería beneficioso un buen acuerdo entre el Estado español y marroquí, con un acuerdo de buena vecindad, donde el tráfico fronterizo sea “seguro pero fluido y que pueda haber un tráfico de personas que generen economía en Melilla”.
En este sentido señala que mientras más próspera sea zona que colinda con Melilla, mejores beneficios económicos tendrá la ciudad. “Que nadie piense que porque la provincia de Nador prospere o mejore en sus perspectivas económicas a Melilla le va a ir mal. Todo lo contrario, siempre tendremos, siendo una ciudad europea, algo que ofrecer a nuestro país vecino y a todo el continente”.
El Plan Estratégico 2020-2029 plantea medidas para áreas tan sensibles como el agua, el ser capaces de producir energía propia, la regeneración urbana con el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU), el bienestar social de los melillenses, formación y creación de puestos de trabajo, entre otros.
También contemplan la “salud ecológica del territorio, la conectividad, el turismo, así como las relaciones con el entorno territorial de Marruecos, entre otros.
“Al final, el Plan Estratégico toca todos los ámbitos que pueden ser de interés para Melilla”, dijo.
Una vez aprobado el Plan Estratégico de Melilla 2020-2029, el siguiente paso es elaborar un documento regulatorio donde también se contemplan cambios. La consejera de Hacienda, Empleo y Comercio, Dunia Almansouri, explicó que para que el documento llegue a buen puerto “hay cosas que cambiar”, tanto en la legislación nacional, reglamentos europeos, como en la propia normativa de la Ciudad Autónoma.
“Al tener ese documento regulatorio, que será en breve. Empezaremos a trabajar en los cambios normativos”, dijo Almansouri quien detalla que las modificaciones pueden darse en el Estatuto de Autonomía de Melilla.
Señaló que la ciudad se encuentra en una “situación complicada” por la última sentencia donde “se ha puesto un poco en duda nuestro estatus jurídico”, por lo que se debe resolver.
También hay que atender el reglamento de las reglas de origen para que los productos que se puedan elaborar en Melilla, se exporten. Además, hay que hacer un cambio en la Ley del IVA, que a su vez afecta la Ley del IPSI para el trasiego de mercancías. “Son muchas las cuestiones regulatorias que hay que tratar y es el siguiente paso”, dijo mientras explicó que ya se comenzó a trabajar en ello.
El debate de la modificación del Estatuto no es necesario hacerlo antes de que el Plan Estratégico se apruebe en pleno, porque en el documento se incluye la necesidad de cambiarlo.
“Una vez que se apruebe el Plan Estratégico de lo que se trata es de desarrollar las medidas que se incorporan en él”, dijo.
Otro de los puntos es buscar los recursos para el plan tanto en Europa como pedirlos al Estado.
Almansouri indicó que “ya están en ello”, pues incluso en el Consejo de Gobierno aprobaron un manual de procedimientos para que todas las inversiones que se planteen al Estado con el mecanismo de recuperación y con el programa operativo estén alineados con las propuestas del Plan Estratégico.
“Desde ya las distintas consejerías están revisando los proyectos que van a presentar a las distintas conferencias sectoriales para que vayan en consonancia con los objetivos que nos establecemos que no son muy diferentes a los objetivos que nos pide la Unión Europea”, explicó.
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