La crisis sanitaria del coronavirus ha afectado a todos los sectores de la sociedad, impactando en mayor o en menor medida. La economía ha sido uno de los pilares más golpeados, perjudicando no solo a las cuentas nacionales sino también a las locales. La consejera de Hacienda, Empleo y Comercio, Dunia Almansouri, hace un balance del 2020, de cómo actuaron desde la Administración local para hacer frente a la pandemia, pero también como buscaron las vías para ayudar a quienes lo estaban pasando mal debido a la situación sanitaria. Además, explicó el contacto y las negociaciones que tuvieron que llevar a cabo con el Gobierno central para exponer las actuaciones de Melilla, sin dejar de lado la comunicación con los empresarios en el planteamiento de los problemas que aquejan al sector.
¿Qué balance hace de este año de crisis sanitaria?
–Ha sido un año muy complicado, muy duro no solo para los que gobernamos porque nos hemos tenido que enfrentar a una situación para la que nadie estaba preparado. Yo creo que nadie pensaba que podía ocurrir. Creo que si unos meses antes de la pandemia alguien nos lo contaba, nos hubiéramos reído pensando que era de ciencia ficción. Pero ha sido un año difícil. Ciertamente, ha sido un año muy largo, muy duro y muy difícil para todas las familias, para todos aquellos que han perdido un familiar o a un ser querido, para todos aquellos que hemos sentido miedo de poder contagiarnos y a su vez contagiar a los nuestros. Yo creo que ha sido un año duro para todos, un año que lo hemos vivido de manera colectiva todos los ciudadanos melillenses, españoles y del mundo, porque al final yo creo que esas sensaciones de miedo y de incertidumbre las hemos pasado todos en algún momento.
También dar el pésame a todas las familias que han perdido a alguien, pedir a los ciudadanos que sean fuertes y que entre todos podremos salir de esta.
– Y a nivel económico ¿cómo ha afectado la pandemia las cuentas de la Ciudad? ¿de cuánto fue la pérdida de ingresos?
–Tras los grandes esfuerzos que se hicieron por parte de la Ciudad, recordar que hubo un periodo de contención del gasto público para poder paliar esa pérdida de ingresos, finalmente el impacto ha sido de 25 millones de euros aproximadamente.
Eso fue durante el ejercicio 2020. De todas formar hay que recalcar que Melilla partía de una situación algo complicada. Ya en los primeros meses del año previo a la pandemia del año 2020, los meses de enero, febrero y marzo ya empezaba a haber una disminución de los ingresos. La situación de la frontera ya se estaba complicando y ya empezaba a haber unos ingresos menores con respecto al mismo periodo del ejercicio 2019. Todo esto, lógicamente, con el cierre de la frontera lo que hace es pegar el hachazo definitivo. Finalmente el impacto en la reducción de ingresos ha sido de 25 millones de euros.
Aquí también se ha podido paliar en algo con los movimientos de pequeña paquetería, compras online y demás que también pagan IPSI de importación, pero aun así, ha sido una pérdida de ingresos importantísima para las arcas de la ciudad autónoma.
–¿Esta perspectiva de pérdida de ingresos se mantiene en estos meses que llevamos de año? ¿Persiste la pérdida de ingresos?
–Sí, si comparamos las cifras con el año 2019, que es un año de normalidad entre comillas, sí seguimos viendo una pérdida de ingresos importante. También es cierto que a la hora de elaborar el presupuesto del año 2021 esa pérdida ya la hemos previsto. Ya hemos contemplado en las cuentas de este año a nivel de presupuesto de ingresos una bajada de ingresos con respecto al presupuesto del año 2020.
Hemos previsto que podemos tener una pérdida de ingresos durante al menos tres meses. Esperamos que a partir del segundo trimestre, a partir del mes de abril, de mayo, ya empiece a remontar la situación. Esperemos que ya la vacuna llegue y sea efectiva para que se pueda empezar a ver de nuevo ese movimiento de mercancías.
Otra cuestión que también nos ha ayudado un poco a paliar esa pérdida de ingresos ha sido el que la gente no haya podido viajar, el que los melillenses se hayan tenido que quedar en la ciudad, lo cual ha incentivado en cierta medida el consumo local. De ahí que esa previsión inicial que teníamos de pérdidas de ingresos de entorno a unos 50 millones de euros se haya podido reducir finalmente a esos 25 millones de euros.
–La crisis sanitaria por el coronavirus también ha expuesto las debilidades de la ciudad, pero a partir de esto ¿qué oportunidades económicas se ven para el futuro de Melilla?
–Aquí quiero recalcar y hacer un poco de memoria más allá del año 2020, y es que todos éramos conscientes que el modelo económico de Melilla no iba a perdurar para siempre y que era un modelo económico al que ya veía prácticamente su fecha de caducidad en el 2012 cuando se produce el desarme arancelario en Marruecos y en el puerto de Beni Enzar. De hecho, ya llevaban tiempo desviándose la entrada de mercancías al puerto de Beni Enzar e, incluso, el famoso cierre de la aduana comercial. Eso no es algo casual que ocurre de la noche a la mañana, y eso era un declive que se veía venir.
De ahí que insistiéramos tantísimo en los años anteriores, cuando estábamos en la oposición, de que era importante buscar un cambio del modelo económico y ya sabíamos cuáles eran las principales debilidades. La principal debilidad era que nuestra economía estaba forjada entorno al comercio transfronterizo, parte era el que pasaba por la aduana comercial y otra parte era ese tránsito de mercancías principalmente por Barrio Chino.
Ese modelo económico basado única y exclusivamente solo en eso era peligroso. Y sabíamos que corríamos el peligro de lo que finalmente se ha precipitado por la pandemia. Era algo que sabíamos que iba a llegar. No sabemos qué ocurrirá cuando se reabra la frontera, no sabemos cuáles serán las condiciones pero lo que sí es cierto es que no podemos seguir dependiendo de ese tipo de modelo económico.
De ahí que en el año 2019, al poco de tomar el Gobierno actual las riendas de la situación, ya empezáramos a trabajar en un Plan Estratégico para Melilla. Un Plan Estratégico que precisamente dé un cambio de rumbo a las políticas económicas de la ciudad. Estábamos en una situación muy enquistada en la que la ciudadanía depende de una manera excesiva de la Administración en cuanto a la hora de encontrar un puesto de trabajo o la subsistencia propiamente dicha de las familias.
Ese es un modelo que no es bueno para la ciudadanía, la convierte en una ciudadanía un poco cómoda en esa situación. No digo cómoda porque se viva bien porque evidentemente nadie puede vivir bien así, pero que incentiva la falta de motivación y la falta de emprendimiento. Y yo creo que tenemos que buscar otras vías en cuanto a que los jóvenes melillenses no tengan que depender de un plan de empleo, de una beca o un curso de formación becado. Esas son medidas coyunturales que hay que aplicar en momentos como el que estamos viviendo, con unos niveles de paro juvenil, con unos niveles de pobreza más allá de la estratosfera, podría decir, si nos comparamos con otras regiones y con otros territorios de la Unión Europea y, tenemos que aplicarlas.
Son medidas, como digo coyunturales pero que deben ser medidas que incentiven ese entendimiento y esa motivación que tienen que tener nuestros jóvenes para, de alguna manera, ser más ambiciosos y querer ir más allá que un plan de empleo o una contratación temporal. Ese es el cambio del modelo económico. Tenemos que partir desde la base de cambiar la mentalidad, de que la gente quiera progresar y quiera tener estabilidad y aparte de eso ir incrementando otro tipo de políticas y otro modelo económico que no se base única y exclusivamente en el comercio transfronterizo.
–En los presupuestos de este 2021 el capítulo de inversiones representa una cuota importante, además de la construcción y, como dijo, el emprendimiento en los jóvenes, ¿de qué otra manera se puede reflotar la economía melillense?
–Entre los distintos proyectos que estamos trabajando, tenemos por un lado todo lo que es lo relacionado con las nuevas tecnologías porque tenemos claro que ese puede ser el futuro de Melilla. Por un lado, todo lo que sean empresas de base tecnológica por todo lo que pueden traer, no solo que pagan impuestos y nos crea una base de recaudación importante para la ciudad, sino que son empresas que a su alrededor órbitan una serie de servicios que deben prestar a su vez otras empresas, que generan una sinergia importante y al final, eso va creando una estructura económica en una ciudad.
Aparte de estos servicios, son personas que alquilan o compran viviendas, consumen en nuestra ciudad y al final eso es lo que puede hacer próspera a Melilla. Uno de los proyectos que ya prácticamente está en marcha es un parque tecnológico para atraer a todo ese talento. Estamos ya pensando en nuevos tipos de formación, un poco orientándonos a lo que estamos viendo en el Plan Estratégico de formación dirigida a todos estos sectores, que no tiene porqué ser una formación muy complicada de una ingeniería ni cuestiones que la gente pueda ver muy lejana.
Hay pequeñas formaciones que se pueden dar de tres o seis meses o de unas horas determinadas, en las que los jóvenes y no tan jóvenes melillenses se puedan formar y poder pasar a formar parte de las plantillas de estas empresas que tienen un gran futuro.
–¿Durante el año 2020 la Ciudad pidió dos créditos para ayudar a las PYMES y autónomos. De ese dinero ¿cuánto se ha otorgado a través de las cinco líneas creadas?
–Ya otorgado y concedido estamos entorno a los 6 millones de euros. En resto, hasta llegar a los 12,7 millones de euros que pedimos se van a otorgar con la nueva línea 6, que ya está prácticamente cerrada. Está el borrador, estamos pendientes de los informes técnicos del área de Políticas Sociales que es la consejería que al final es quien firma y autoriza estas subvenciones. Y el sábado, se publicaba en el BOE la tanda de ayudas que anunció el Gobierno de España que también tendremos que gestionar en las Comunidades Autónomas. Estamos hablando de unas cantidades importantísimas para las empresas melillenses y aparte, de todo este dinero, además hemos solicitado en el REACT otros nueve millones de euros para la recuperación de la economía melillense.
Esos nueve millones de euros seguramente los enfocaremos en esa recuperación, en ese emprendimiento, a la creación de puestos de trabajo y sobre todo, a nuevas inversiones en Melilla.
–La nueva línea de ayudas, la 6, ¿a quién va dirigida?
–A todas las empresas melillenses. No hemos querido discriminar, simplemente se han exceptuado aquellas empresas que en su momento se consideraron esenciales y que por lo tanto han mantenido su actividad económica, independientemente de la situación sanitaria en la que nos encontráramos.
Irá dirigida a todas las empresas. Sí que habrá unos refuerzos con unos importes mayores para aquellas empresas que entendemos que han sido más vulnerables o que se han visto más afectadas, como pueden ser todas las relacionado con la hostelería, agencias de viaje, turismo, etc. Porque entendemos que son empresas que han sufrido más la pandemia, no se han visto afectadas solo por esos cierres perimetrales o por horario, sino que además han visto su negocio seriamente afectado porque la pandemia ha incidido especialmente en ellos. Por lo tanto, el mayor esfuerzo se va a hacer en esos sectores, además del que habrá con los fondos REACT, con los nueve millones de euros, ayudas específicas para el sector del turismo, el sector de la hostelería y aquellos sectores que necesiten que les demos un empujoncito para que puedan recuperar su actividad.
–¿Melilla tiene alguna previsión del importe que le corresponderá de las ayudas aprobadas por el Gobierno central el pasado viernes?
–No tenemos ese dato aún. Sí se ha publicado en el BOE en el que se dan las instrucciones de cómo deben ser las ayudas. Es verdad que con esas ayudas no vamos a tener mucho margen de maniobra. Va a ser un tipo de ayuda homogénea en todo el territorio, con condiciones muy específicas que ya se nos han dictado. En cuanto a los importes aún no los conocemos, pero si sumamos las cantidades de los nueve millones de euros que vamos a aportar a través de la Ciudad por esos Fondos Europeos, los seis millones de la Línea 6, yo creo que superaremos este año los 20 millones de ayudas a empresas.
–Durante este último año han tenido conversaciones con las empresas debido a las ayudas ¿cómo ha sido el contacto con los empresarios y las asociaciones?
–Creo que ese debe ser un contacto primordial y que debe primar en cualquier Gobierno independientemente de la circunstancia en la que nos encontremos. Es cierto, que las circunstancias han obligado a un diálogo mayor y una fluidez continua en cuanto a las relaciones; pero han sido relaciones muy buenas, sobre todo fructíferas desde el punto de vista que nos hemos sentado en la mesa sin tapujos y sin ningún tipo de condicionante. Hemos escuchado y hemos entendido la situación de las empresas, sobre todo, la hostelería que como digo es quien peor lo ha podido pasar en esta situación.
Ha sido una relación fluida, ha podido ser incómoda en algún momento porque, evidentemente, no estamos en una situación fácil, pero eso no quiere decir que en ningún momento se haya podido producir algún tipo de interferencia de esas relaciones por la situación tan complicada y tan tensa que estamos viviendo. Es una relación muy muy fluida, una relación de confianza en la que hay una cercanía total y un trato directo y, como digo, así debe ser. Debe ser en todos los ámbitos porque creemos que los Gobiernos estamos para escuchar a los ciudadanos, bien a través de asociaciones, entidades o a los ciudadanos de a pie directamente.
–En el 2020 negociaron con el Gobierno central para aumentar la partida destinada a Melilla provenientes de los Fondos Covid ¿cómo fue esa negociación?
–En el proceso de negociación no intervino solo el área de Hacienda, sino también la consejera de Presidenta, la señora Gloria Rojas y el propio presidente. La partida que inicialmente se había asignado a Melilla era de 2,5 millones de euros y finalmente conseguimos elevarla hasta los 25 millones de euros. Era complicado porque tenían que entender en el Ministerio de Hacienda que Melilla, al igual que el resto de comunidades autónomas, habíamos hecho un esfuerzo importantísimo.
De hecho, hemos asumido competencias que no eran de la Ciudad pero entendíamos que el momento lo requería, entendíamos que no era momento de discutir quién hacía una cosa y quién debía hacer otra, sino que simplemente tuvimos que actuar.
Y eso es algo que teníamos que hacer entender al Ministerio de Hacienda y al Gobierno de España para que supieran que Melilla había hecho un esfuerzo importantísimo porque habíamos dedicado parte de nuestros fondos, incluso hicimos una modificación presupuestaria, para poder atender las necesidades que habían surgido de la pandemia. Necesidades tales como ayudas directas a los ciudadanos, programas de conciliación familiar, el alojamiento alternativo para personas en situación de calle, compra de mascarillas, de test, de guantes, EPIs, etc.
Y había cuestiones que no eran competencia de la Ciudad, como puede ser el Centro Covid que se instaló en Polavieja para aquel personal sanitario que necesitara de una cuarentena, para aquellas personas que por las circunstancias de su vivienda no pudieran mantenerse aislados del resto de sus familias. Esos son centros que en teoría tenía que haber financiado el Estado pero los ha financiado la Ciudad Autónoma porque como digo entendíamos que era el momento de actuar. No era momento de empezar a pelearnos entre Administraciones a ver quién asumía los gastos. Y eso fue lo que justificamos al Gobierno de España. Justificamos que en el momento de necesidad el Gobierno estuvo, atendió las necesidades sin importar otras cuestiones y, además que aunque no tenemos competencias en Sanidad sí que tenemos en Salud Pública, que es precisamente la prevención del contagio. Tenemos competencia en desinfecciones, instalaciones deportivas, en guarderías, etc, que sí justificaban un incremento de esos fondos. Creo que las negociaciones finalmente fueron fructíferas porque pasamos de 2,5 millones a 25 millones de euros. Se multiplicó por 10 la cantidad inicial y creo que fue un buen trabajo que se realizó en coordinación entre la Presidencia de la Ciudad, la Consejería de Presidencia y la Consejería de Hacienda.
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