La confluencia de las calles García Cabrelles, Gran Capitán, General Martínez Campos y Teniente Montes Tirado era un hervidero de coches, pitidos, humo y caos, sobre todo por las mañanas. Desde hace una semana, está en funcionamiento una rotonda en ese lugar que, según comerciantes y vecinos de la zona, ha ayudado a dar fluidez al tráfico. Sin embargo y aunque las obras también incluían varias plazas de aparcamiento, consideran que son insuficientes y haría falta un parking.
Las obras, por un importe de 155.000 euros, comenzaron a finales de enero y contemplaban varias actuaciones, entre ellas la instalación de esta rotonda, un firme nuevo y el cambio de sentido de algunas calles con el objetivo de mejorar el tráfico de esta zona. La segunda fase de este proyecto incluye la rehabilitación de la carretera del Polvorín, donde se cambiará el sentido del tráfico.
Para Abdellah Musa, propietario de un establecimiento de artículos y ropa de bebés en la zona, se ha notado “una gran mejoría” en la fluidez del tráfico. “Aún se escuchan pitidos por las mañanas pero por la falta de civismo de los ciudadanos. Ahí el Gobierno ya no tiene la culpa”, señala a FaroTV.
Más plazas de aparcamiento
No obstante, apunta que harían faltan más plazas de aparcamiento en la zona y señala que su escasez hace que muchas personas todavía estacionen donde no deben. Por ello, considera que ha sido un acierto habilitar parte de calle García Cabrelles como vía de doble sentido porque así se evita que los coches aparquen en doble fila, como ocurría con anterioridad. Aunque añade que ahora optan por hacerlo en el lugar que se ha habilitado como zona de carga y descarga.
Aunque no todos ven este cambio de la misma manera. Para varios vecinos, el cambio de sentido de algunas calles de la zona está provocando algunos quebraderos de cabeza porque la gente no está habituada y se confunden pero creen que es cuestión de tiempo para adquirir la costumbre.
Para Farid, gerente de un establecimiento de especias, las obras han perjudicado las ventas. Dice que durante cinco días se cortó el tráfico, dejando vacíos los comercios de la zona. Reconoce que no estaba bien que antes se aparcara en doble fila, pero lamenta la falta de aparcamientos, algo que asegura que les afecta mucho.
Por ello, abogó por establecer un aparcamiento en la zona del antiguo mercado, dado que actualmente hay pocos puestos que vendan en esa zona.
De la misma opinión son Ali y Rachic, empleados de la gasolinera de la zona, que abogaron por aprovechar ese espacio para construir un parking. Aunque durante las obras se han habilitado varias plazas de aparcamiento, aseguran que no son suficientes.
Para Nora, clienta habitual de la zona, se ha mejorado el tráfico y “por la nueva rotonda, no hay tantas aglomeraciones ”. “Antes era un caos porque nadie cedía el paso”, señala la joven. Sin embargo, no está muy conforme con el cambio de sentido de las calles y dice que esto está provocando algunas retenciones.
Para Abdellah Musa, a los comerciantes les vendrán bien estas obras que ayudarán a que se mejore el tráfico de la zona aunque se queja de que no hayan aprovechado estas actuaciones para arreglar todo el asfalto de García Cabrelles. “Hay baches y cuando llueve, se originan muchos charcos y mucha porquería en este sitio”, indica. “¿El resto de la calle es que no es Melilla?”, se pregunta irónico Farid.
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