Tras la aparición de dos culebras por las calles de Melilla el pasado jueves tras las lluvias que se produjeron durante ese mismo día y la coordinadora del Grupo Local de la Asociación Herpeteológica de España, Alicia Castillo ha resaltado, en declaraciones a este diario, algunas cuestiones sobre estos reptiles.
Sobre la diversidad de ofidios que existen en España, Castillo apunta que "son unas 11 especies en total" y puntualiza que "algunas son venenosas y otras no". Sobre el caso concreto de Melilla, la coordinadora también quiso señalar algunos aspectos.
"En Melilla, el último censo que se hizo de estos animales corresponde al año 2002, por lo que actualmente estamos en proceso de actualizarlo. Por lo pronto podemos decir que esta especie (la culebra bastarda que se pudo ver en Melilla el jueves) y también la culebra de herradura, pero esta última no tendría veneno", señala.
En lo respectivo a estas especies que pueden ser venenosas, Alicia Castillo destaca que "no son peligrosas para el ser humano" y que este tipo de picaduras de víbora "no precisan de ningún tratamiento médico más allá de de reposo y algún fármaco que se pueda recetar".
"Por lo general no existe ningún riesgo para la salud desde los oficios que habitan en España", remarca Castillo.
En cuanto a la labor de estos animales como controladores de plagas, la coordinadora del Grupo Local de la Asociación Herpeteológica de España dice que "efectivamente, lo son".
"Por muy grandes que puedan parecer, porque la culebra bastarda puede llegar a medir unos dos metros, como máximo se pueden comer una rata, entonces sí que son controladores de plagas porque sus principales presas son los roedores", añade.
De este modo, Alicia Castillo apunta que estos animales "son aliados de la sociedad", pero que no hay que aventurarse a decir que son "de utilidad pública", ya que eso "hace más referencia a objetos".
"Nosotros como humanos no somos de utilidad pública, por lo que el término es un poco antropocentrista", insiste.
Por último, respecto a cómo hay que actuar si alguien se encuentra con uno de estos ofidios fuera de su entorno natural Castillo declara que "lo que suele hacer la gente es matarlos", pero que eso es "un tema cultural".
"Nosotros, por nuestra parte, nos ofrecemos a reubicar a las serpientes e incluso yo me ofrezco a ir personalmente con mis ganchos. Lo principal, de todas formas, es no tocarlas y llamar a la Policía o al Seprona, pero, sobre todo, no tocarlas ni matarlas, porque nunca van a hacer nada", dice Alicia Castillo.
Según señala la coordinadora, las lluvias las han hecho salir, "se desubican" y luego intentan buscar algún tipo de refugio, pero "no lo tienen tan fácil".
Así, las últimas precipitaciones han hecho a estos reptiles salir de sus entornos y algunos llegan hasta los núcleos urbanos, por lo que lo principal, en caso de encontrarse con ellos es no acercarse y llamar a las autoridades competentes, pues estos animales no van a atacar a un humano si no se ven amenzados.