Alcoba, esperanzado ante el anuncio de una frontera “inteligente” y más ágil

El presidente de Acome hizo también  un llamamiento para colaborar con Marruecos.

El presidente de la Asociación de Comerciantes de Melilla (Acome), Enrique Alcoba, aseguró ayer a El Faro de Melilla que, pese a no poder comprobar aún los efectos de la reforma en la frontera de Beni Enzar, valora positivamente el anuncio de la reforma que hizo el miércoles de la pasada semana el ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz. Según el representante del Gobierno central, el paso fronterizo de Beni Enzar será “inteligente”, y contará con sistemas para la identificación dactilar y ocular, lo que aumentaría la seguridad del paso y agilizaría el tránsito. Alcoba aseguró que, desde la organización que dirige, ven con buenos ojos el anuncio, y se mostró esperanzado en cuanto a su repercusión sobre el comercio en la ciudad, ya que aumentar la clientela del país vecino agilizando el tránsito fronterizo es, desde hace tiempo, una de las reivindicaciones de los comerciantes. “En la reunión que mantuvimos con el delegado del Gobierno nos explicaron el proyecto de frontera inteligente y lo valoramos positivamente”, concluyó Alcoba, que señaló que también considera que las medidas aumentarán la seguridad en el tránsito. “Este cambio puede hacer que la gente pase la frontera con más agilidad, porque hay marroquíes que venían a Melilla y dejaron de hacerlo cuando tenían que soportar colas de varias horas”, apuntó el presidente de Acome. Beneficio mutuo Por otra parte, Alcoba argumentó que, dicha mejora en la frontera, podría traer consigo un “beneficio mutuo” para ambos países, puesto que mientras muchos marroquíes desean cruzar a Melilla para realizar compras y pasar un día de ocio, los melillenses visitan el país vecino con frecuencia y muchas veces con la misma finalidad. Así pues, el dirigente de Acome apostó por que haya “buena sintonía” entre los gobiernos del país vecino y de España, algo que, según Alcoba, se da últimamente. “Hay que tener en cuenta que la frontera es de dos países. Si uno no pone de su parte es muy difícil”, sentenció el presidente de los comerciantes. Farhana y otros pasos Sobre el estado y el futuro de los otros pasos fronterizos de la ciudad también se pronunció el presidente de Acome, que afirmó que “Farhana necesita mejoras”, pero que, tanto Abdelmalik El Barkani, delegado del Gobierno, como Fernández Díaz, anunciaron mejoras en este paso, sobre el que los comerciantes han interpuesto quejas en más de una ocasión por su situación de saturación. Así pues, Al coba se mostró esperanzado ante estas futuras reformas en el paso y al respecto aseguró que “la seguridad está ante todo”, ya que “hay que tener en cuenta que son muchas personas” las que utilizan este paso fronterizo. Así pues, Alcoba ve una esperanza en lo anunciado por el ministro, y desea que las reformas impacten positivamente.

La OPE, “incómoda” para el comercio

Como cada verano, Melilla se encuentra inmersa en plena Operación Paso del Estrecho (OPE) que congrega a miles de viajeros en la ciudad para que éstos crucen la frontera para llegar al país vecino. Sobre esta cuestión también se pronunció ayer Enrique Alcoba, presidente de la Asociación de Comerciantes de Melilla (Acome). En primer lugar, el presidente de los comerciantes aseguró que la OPE es una situación que “no deja casi nada en la ciudad” a nivel de comercio, puesto que los viajeros se dirigen a la frontera según bajan del barco que les trae al puerto de la ciudad. “Es un incordio para los ciudadanos”, aseguró también Alcoba, que afirmó que los que más lo sufren son los vecinos del barrio de El Real, así como los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. Por otro lado, Alcoba pensó en los comercios, que no se benefician de esta operación migratoria internacional. “Son varios días y no tenemos más remedio que soportarlo”, sentenció Alcoba. Por tanto, el presidente de los comerciantes consideró que la OPE perjudica a los comercios y a los comerciantes de la ciudad, y un posible cambio en la frontera para hacerla más ágil ayudaría que este acontecimiento anual no afectara tanto a los melillenses ni a los comercios de la ciudad.