El presidente de la Confederación de Empresarios de Melilla (CEME), Enrique Alcoba, dijo a El Faro que miente si no asegura que la situación económica de la ciudad es “preocupante”. Indicó en que una semana han cerrado tres negocios en el centro de la ciudad, algunos de ellos con muchos años de actividad. En concreto, entre la calle O’Donnell y la calle Chacel. Insistió en que cuando un empresario cierra su negocio, no es por gusto y es preocupante para todos.
La situación, para el presidente de la CEME, es de “incertidumbre”. Remarcó no se termina de levantar cabeza en la ciudad tras la crisis económica, los problemas en la frontera y su cierre y la pandemia.
Alcoba aseguró que no se ha logrado sacar adelante ningún proyecto que dé ahora mismo una alternativa a la ciudad. Y a todo esto hay que sumar la situación vivida el miércoles y el jueves con la entrada de centenares de inmigrantes y el intento de muchos más de acceder a Melilla. Además, está la guerra que ha emprendido Rusia contra Ucrania y que ya no está afectando a todos.
“Todo esto es el coctel perfecto para la intranquilidad, la inseguridad y el no saber qué va a pasar”, aseveró el presidente de la CEME. Insistió en que la guerra afecta a la falta de productos, a la subida del IPC, la logística y a la economía en general. “Vamos a sufrir todos sus consecuencias, tanto empresarios como los ciudadanos en general”, añadió. De hecho, lamentó que en dos años haya pasado “casi de todo”.
Alcoba comentó que se asumió que la frontera tenía que estar cerrada durante estos dos años por la pandemia. Pero remarcó que “no se pueden soportar” los saltos masivos a la valla. Y es que subrayó que esto “repercute en la economía y en la imagen exterior de la ciudad”.
El presidente de la CEME indicó que no sirve de mucho la inversión en Fitur o la campaña que se quiere hacer en los autobuses urbanos de Madrid, una iniciativa “correcta” para los empresarios, cuando pasa esto de los saltos que es “una publicidad negativa”.
El dirigente de la Patronal aseveró que hay que buscar el apoyo de Europa, porque Melilla es frontera sur de Europa, y también que se aumente el número de efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, como se ha demandado desde las asociaciones y sindicatos de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE), así como los medios materiales de los que disponen. “No puede salir gratis que salten 800 personas una frontera de forma violenta”.
Para Alcoba, Marruecos tiene una hoja de ruta que está imponiendo a Melilla y Ceuta y subrayó las dos ciudades no se pueden conformar con esta situación.
El presidente de la CEME comentó que ya se han eliminado la mayor parte de las restricciones por la covid. Subrayó que los empresarios y ciudadanos asumieron que había una pandemia y aceptaron esas limitaciones de cierres, luego de los horarios de apertura, aforo y un largo etcétera.
Pero dijo que se suman los problemas de las frontera de hace años, con el cierre de la aduana comercial en 2018 por parte de Marruecos “sin una respuesta contundente” por España, luego la pandemia y ahora la guerra a nivel de Europa, de la que poco se sabe, pero sí que tendrá una repercusión en la economía. Además, esta semana Melilla es noticia por los asaltos a la frontera.
Al respecto, Alcoba insistió en que no se ha entendido cómo se retiró la concertina sin poner algo en su sustitución. Ya que aún hay zonas de la valla sin el peine invertido. Dijo que esto puede suponer un efecto llamada, porque los inmigrantes han visto que pasando la alambrada, ya están en España y en Europa. Por ello, dijo que hay que poner más medidas, más si cabe cuando se ha agredido a los agentes que protegían la frontera.
El presidente de la CEME apuntó que no se puede destinar la ciudad a la atención de menores extranjeros ni de inmigrantes porque acabaría siendo una ONG sin futuro económico. Indicó que no cree que sea lo mejor para Melilla.
Alcoba comentó que desde hace años hay “un defecto de forma” en cómo se ha abordado la situación de Melilla por parte de todos los gobiernos centrales. No ve “gestos” en los ejecutivos nacionales que indiquen que se protege a las dos ciudades autónomas y que se apuesta por ellas con inversión y alternativas económicas.
Toda la situación en general provoca una “decepción” en los ciudadanos, pero también crea un ambiente desfavorable para que los empresarios apuesten por la ciudad para poner sus negocios y generar puestos de trabajo. De ahí que no sean optimistas.
Y la historia económica de la ciudad refleja esta cuestión, añadió Alcoba, con la desaparición de la flota pesquera y la industria conservera en los 70, luego con la marcha de la empresa Minas del Rif; se fue toda la población militar cuando se eliminó el servicio militar y no se buscó crear aquí un centro de formación… Hace cuatro años se eliminó la aduana comercial y ahora la frontera sigue cerrada. Ante todo esto insistió en que no ha habido alternativas de ningún Gobierno a todo lo perdido en estos años.
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